El porcentaje de la población en riesgo de caer en la pobreza o en la exclusión social se ha disparado en Andalucía al 43,2% en 2015 frente al 28,6% de media nacional, según el índice Arope que mide esta variable. Estos datos se incluyen en un apartado dedicado a la desigualdad, pobreza y exclusión dentro del último informe de la Universidad Loyola, que ha sido presentado por el director del departamento de Economía, Manuel Alejandro Cardenete, y en el que se prevé un crecimiento del 2,5% de la economía andaluza este año dos décimas menos que en España, y una tasa de desempleo del 26-27% sobre la población activa, unos diez puntos menos que en el país.

El índice Arope, que mide el nivel de pobreza o desigualdad, fija el umbral en unos 9.000 euros anuales per cápita y se ha incrementado en Andalucía desde un 31,6% en 2008 hasta un 43,2% en 2015, según el informe de la Universidad Loyola, presentado ayer en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA).

El alto índice de posibilidad de caer en niveles de pobreza o desigualdad en Andalucía respecto a España se debe, entre otros motivos, a la divergencia de la economía andaluza con la española, a las diferencias salariales, sobre todo en los jóvenes y las mujeres, y a la menor participación de los salarios en la renta.

También el índice Gini refleja una mayor desigualdad entre España y Andalucía, de forma que antes de la redistribución de la renta que llevan a cabo las administraciones públicas ese indicador se fijaba en esta región en 54,9 puntos en 2013 frente a 51,3 de España. No obstante, la repercusión de la desigualdad se aminora y se sitúa en ambos casos en torno a 34 puntos por factores como las prestaciones por desempleo y por el efecto redistributivo que ejercen las administraciones mediante subsidios y ayudas.

En cualquier caso, la nivelación del índice Gini en España y Andalucía es insuficiente para reducir las cifras de exclusión social en la comunidad autónoma, según Cardenete. Esta situación se explica, entre razones, por la brecha de diez puntos en la tasa de paro, la menor participación de los salarios en la renta en unos dos puntos y en las mayores disparidades salariales sufridas por los jóvenes, que ganaron en Andalucía en 2013 un 53% menos que la media de España, los migrantes ingresaron un 35% menos y las mujeres un 25% menos.

Loyola también ha presentado las predicciones económicas para 2017 y mejora en tres décimas su última previsión hasta el 2,5% de PIB y en casi un punto la tasa de paro, que acabará el año cerca del 27%. Cardenete explicó que el crecimiento se sustentará sobre todo en la inversión, que crece a tasas del 3,7%, y en el consumo de los hogares, que aumentará un 2,6% en 2017.