Ricardo Guerrero ha conseguido una nueva hazaña en su exitosa carrera deportiva. El montañero cordobés logró hacer cumbre en el Cho Oyu en el día de ayer y solo sufre algunos daños mínimos en los pies. Su compañero de expedición, el montillano José Baena, no soportó el intenso frío ni las bajas temperaturas que se dieron durante la ascensión.

Ricardo Guerrero, a la 10.00 horas, conseguía izar la bandera de la capitalidad cultural 2016 de Córdoba en la cima de esta montaña. A las cuatro de la mañana salió, junto a José Baena, de las tiendas, dispuesto a realizar la ascensión. El frío era bastante intenso, con unos 20 ó 30 grados bajo cero, con ráfagas de viento, con lo que la sensación térmica era de unos 40 ó 50 grados bajo cero. Baena se deshidrató durante la ascensión y no le quedo nada más que la opción penosa de darse la vuelta. Ricardo siguió la ascensión. El frío era horrible. Hacer una fotografía era una odisea. Es una cumbre muy amplia, de unos cinco o seis campos de fútbol.

Ricardo bajó al campo 3, en el que Baena lo estaba esperando y, desde allí, descendieron juntos al campo 2, en el que estuvieron analizando cómo estaban de tocados. Parece que es una cosa llevadera. Baena no tiene sensibilidad en los dedos de las manos al cien por cien, pero cree que en unos días se le pasará. A Ricardo le ocurrió lo mismo en los pies. La travesía hasta la cumbre es larga y penosa, sobre todo con el viento y la temperatura que había. Lo que sí vieron es a compañeros que subieron otros días a la cumbre con congelaciones reales. Las de los cordobeses son de grado mínimo y la recuperación se hará sin problemas.

José Baena no pudo soportar el frío y el viento y tuvo que ir alejándose de Ricardo poco a poco, cuando ya divisava la cumbre. Tras dejar de sentir sensibilidad en los dedos de las manos y comenzar a vomitar y a deshidratarse desistió casi cuando tocaba la cumbre. Ricardo siguió hacia delante y cruzó la banda amarilla, una franja rocosa que hay con cuerdas fijas. Siguió adelante y logró llegar a la cima. Casi no pudo hacer fotos porque quitarse la manopla era prácticamente imposible. Se considera cumbre cuando a la espalda se ve el Everest. Luego, Ricardo bajó al campo 3 y sorprendió que lo hiciera con prontitud. Hoy bajarán al campo avanzado y mañana volverán a la civilización.