Un total de 124 víctimas de la violencia machista --63 mujeres y 61 menores a su cargo-- han logrado "emprender una nueva vida, segura y libre de maltrato", en la red de centros del Servicio Integral de Atención y Acogida a Mujeres Víctimas de Violencia de Género del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) durante el primer semestre del año.

La directora del IAM, Elena Ruiz, ha animado a todas las víctimas a "seguir el ejemplo de estas supervivientes y descubrir que hay salida", al tiempo que ha instado a toda la sociedad a mostrar "apoyo a las mujeres que sufren la violencia machista y tolerancia cero ante los agresores, que son delincuentes".

Ruiz ha explicado que la Junta de Andalucía tiene como prioridad la recuperación integral de las víctimas de violencia de género, más allá de su protección y seguridad, "consciente de que la autonomía y la estabilidad psicosocial resultan imprescindibles para impulsar su autoestima, su integración social y la recuperación de una vida normal, independiente y libre de violencia".

El Servicio Integral de Atención y Acogida del IAM, que funciona en Andalucía desde hace 17 años, "ha sido referente nacional por su modelo de gestión integral, y ha atendido desde sus inicios a más de 45.000 víctimas de violencia machista", según informa Ruiz.

La red cuenta con un centro de emergencias, que dan cobertura inmediata a las necesidades de protección y seguridad de las víctimas, donde han sido atendidas en Córdoba 41 mujeres y 23 menores, una casa de acogida que, además de acogida, proporcionan las herramientas sociales, psicológicas y jurídicas indispensables para salir de la violencia, donde han sido atendidas 19 mujeres y 34 menores y pisos tutelados, viviendas independientes para uso familiar, ubicadas en edificios y zonas normalizadas, destinadas temporalmente a favorecer la autonomía de las mujeres, una vez que han pasado por los otros dos recursos, donde han sido acogidas tres mujeres y cuatro menores.

El servicio tiene un equipo de personas profesionales que trabajan de manera multidisciplinar con las víctimas, ofreciéndoles terapia psicológica, asesoramiento y acompañamiento jurídico, orientación laboral y apoyo social. El servicio incluye además un programa de 30 becas anuales para la formación a distancia de mujeres acogidas, con el objetivo de mejorar su empleabilidad y nivel de autonomía.

Junto a ello, la red desarrolla diversos programas para la atención integral a los menores (a nivel psicológico, lúdico o escolar, ente otros) para su plena adaptación al nuevo entorno en el que viven y su total recuperación psicosocial, con el fin de minimizar las secuelas de la violencia machista sufrida durante la infancia.