El Gobierno andaluz pidió ayer «respeto» al Ejecutivo de la nación, después de que su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, dijera el lunes que esta comunidad necesita un cambio al frente de la Junta, y advirtió: «Andalucía no está para recibir lecciones democráticas». «El Gobierno de la Junta le pide respeto y, sobre todo, le pide respeto a todos los andaluces, que legítimamente deciden en las urnas quien les quiere representar; esas son las reglas del juego de la democracia», recalcó el portavoz, Juan Carlos Blanco, que puntualizó que las palabras pronunciadas en Málaga por la vicepresidenta del Gobierno constituyen «una salida de tono ofensiva».

El Gobierno andaluz se congratuló, en cambio, de que el Gobierno de la nación haya reconocido que Andalucía «se merece un nuevo modelo de financiación» autonómica. «Llevamos años pidiendo esa reforma que le permita a Andalucía tener el dinero que le corresponde y les recuerdo que estamos hablando en seis años de más de 5.000 millones de euros, dinero con el que se pueden hacer muchas cosas», remachó.