La Consejería de Educación presentó ayer las instrucciones específicas para los centros educativos en las situaciones de abuso a través de medios tecnológicos, denominado ciberacoso, y distingue el de una persona adulta hacia el alumnado y los casos entre menores. Esta es una de las principales novedades de las instrucciones que deben seguir los centros educativos sostenidos con fondos públicos en casos de ciberacoso y que complementan lo establecido en el protocolo de acoso escolar aprobado en Andalucía en el año 2011. La consejera de Educación, Adelaida de la Calle, ha destacado que con estas instrucciones se avanza en la puesta en marcha de nuevas herramientas para favorecer la convivencia escolar. Precisó que no hay que ser alarmista porque los datos del Observatorio de la Convivencia Escolar cifran los casos de acoso en 358 entre un alumnado de casi dos millones.

La actualización del protocolo de Andalucía para aplicar en los centros en casos de acoso tecnológico responde a la creciente utilización de las nuevas tecnologías por parte del alumnado y por las características de este tipo de conducta. Estas normas contemplan también la identificación de los casos de ciberacoso, que con frecuencia forman parte o tienen su origen en una situación previa de acoso escolar, e igualmente se relacionan con conductas de acoso tecnológico más habituales en el entorno educativo y las consecuencias para las víctima, el agresor y los compañeros.