El juez ha decretado prisión para tres de los ocho detenidos la pasada madrugada por disturbios en la Madrugá de Sevilla, en los que una persona resultó herida de gravedad, acusados de delitos de desórdenes públicos al portar barras metálicas, han informado fuentes de la Fiscalía de Sevilla.

Otros cuatro detenidos están pendientes de declarar, mientras que ya está en libertad con cargos un ciudadano senegalés acusado de un delito contra los sentimientos religiosos al proferir la frase de “Alá es grande” al paso de la Virgen de la Hermandad de la Macarena. Al parecer este ciudadano se encontraba ebrio, según las mismas fuentes.

Fuentes municipales y policiales han explicado que entre los detenidos hay tres delincuentes comunes con antecedentes, uno con numerosas detenciones previas; otro, de nacionalidad senegalesa, que esta tarde ha sido puesto en libertad con cargos; y al menos dos menores.

Además, otros siete menores, vecinos de Sevilla, cuyos datos no se han hecho públicos, están siendo investigados por las fuerzas del orden por su participación indirecta; concretamente, por los hechos ocurridos en la avenida de la Constitución, si bien no han sido detenidos.

Los ocho detenidos están acusados de actos de vandalismo y de crear desórdenes, profiriendo amenazas, golpeando el suelo con barras metálicas para hacer ruido o hacer aspavientos para asustar a la concurrencia al paso de las procesiones. Las fuentes municipales han precisado que las detenciones se produjeron en cuatro operaciones distintas, sin relación entre sí.

En cuanto a los heridos, uno de ellos tuvo que ser ingresado en la UCI por un traumatismo craneoencefálico con pronóstico grave, según han informado fuentes municipales, que no han concretado el centro hospitalario ni sus datos personales.

La policía está analizando imágenes grabadas de los disturbios, ha calificado los hechos de “vandalismo grave” y ha distribuido una foto con los elementos metálicos empleados por los gamberros para hacer ruido.

Los investigadores descartan que se haya tratado de una acción organizada e insisten en actos vandálicos aislados para causar desórdenes como los que se registraron en la Madrugá del año 2000, cuando cundió el pánico por el centro de Sevilla y se registraron carreras y hasta el abandono momentáneo de los pasos de las cofradías.

Tras la primera detención, que fue en la calle Pastor y Landero, a las 4.40 horas, tras registrarse las primeras carreras fueron detenidas otras tres personas por desórdenes públicos en las inmediaciones de la calle Sánchez Arjona, a las que se intervinieron objetos metálicos que fueron empleados para hacer ruido y asustar a la gente.

A las seis de la madrugada, en otra zona del centro histórico, en la calle Argote de Molina, próxima a la Catedral, fueron detenidas otras dos personas, señaladas por testigos que afirmaron que daban gritos y hacían aspavientos para causar carreras ocasionadas por el miedo.

También a las seis y por el mismo motivo se detuvo a otras dos personas en la zona de El Salvador, próxima ya a la carrera oficial por la que desfilan todas las cofradías.