Villaviciosa, nueve de la noche. Ni un alma por la calle. Las familias, amigos y vecinos reunidos frente al televisor. Máxima expectación. Un visitante entra en un bar y observa extrañado cómo la gente mira la tele sin parpadear, donde una maraña de rayas antecede al programa. El visitante pregunta: ¿no se ve la tele? Sí que se ve, le contestan, lo que pasa es que no ha empezado. En ese momento, nuestros protagonistas se dejan querer por la cámara. ¿Es un partido del Madrid-Barça? No. ¿Acaso el momento de las nominaciones de Gran Hermano ? Que no. ¿Van a comunicar por fin la solución a la crisis? Va a ser que no. ¿Qué es lo que paraliza a un pueblo frente al televisor? El pleno. Sí, como lo leen, el pleno municipal del Ayuntamiento. Con tres horas de duración, ya que a las 12 de la noche, como en el cuento de la Cenicienta , optaron también por dejar de contarnos cuentos. Porque fueron tres horas de un debate insulso, repetitivo, rozando el mal gusto en ocasiones. El argumento rey esgrimido: el pos tú , es decir, uno dice "tú eres...", a lo que el otro responde "pos tú más". La polémica viene de la acusación dirigida por la portavoz del PP a un concejal del equipo de gobierno sobre una contratación. El PSOE la acusa a la vez de un tema de urbanismo ilegal. El morbo en bandeja de plata. Tres horas de bastante palabrería, de frases con doble sentido y de insultos variados, que acabaron en nada. Con 10 minutos de explicación del equipo de gobierno, y la consiguiente réplica de la oposición hubiera bastado. ¿Y nos hablan de crispación en el Congreso? Ya les gustaría a Zapatero y Rajoy enganchar así a la audiencia. Las productoras de televisión, seguro copian la fórmula de este éxito. A lo mejor hasta montan un Gran Hermano en el Ayuntamiento: éxito rotundo. Mientras, la sufrida ciudadanía a esperar el siguiente. ¿Se debatirán ideas y soluciones a los problemas locales? Mucho me temo que no, menos mal que está el zapping .

* Escritora