La secretaria general del PA, Pilar González, comunicó ayer por carta a la militancia andalucista su dimisión como líder del partido por "no poder cumplir el compromiso de garantizar" que el próximo congreso, previsto el 7 y 8 de julio, "sea democrático, plural y libre" y porque prefiere no "permanecer más tiempo en una organización que prefiere actuar con métodos del pasado dando un golpe de Estado contra mí" llegando a recurrir a "prácticas mafiosas" propias de una "organización enferma". González también se dio de baja del PA.

De inmediato, los vicesecretarios generales, Francisco Jiménez y Manuel de Bernardo, convocaron la celebración de un Comité Nacional en el que abordar la situación tras la marcha de la secretaria general. La Comisión de Garantías del PA, competente en materia disciplinaria, estudia si González y otros miembros de la dirección pretendían crear un nuevo partido a espaldas de la militancia y de los órganos de decisión. La investigación surge tras "la recepción de varias denuncias en las que se informa de la difusión por correo electrónico de supuestos planes para la creación de un nuevo partido y la estigmatización del PA".

Según estas denuncias cursadas por distintos militantes andalucistas, se estaría aprovechando el período precongresual para emplear los recursos y estructuras del PA "en una estrategia personal de González". El comunicado del partido también alude a la pertenencia de González y otros miembros de la dirección a la Plataforma Paralelo 36 Andalucía, grupo cuyas conclusiones políticas coincidirían al 100% con las expresadas por la exsecretaria general del PA.

González dimite tras haber anunciado el pasado día 10 que no aspiraría a repetir como líder en el próximo congreso, tras la derrota en las elecciones autonómicas. González acusó al histórico dirigente andalucista Alejandro Rojas-Marcos de intentar "tutelar" el partido hasta el congreso.