El cine brasileño ha sido el gran triunfador de la 28 edición del Festival de Cine Iberoamericano al conseguir ayer seis de los ocho premios en liza. Madame Satá , de Karim Ainouz, se llevó el Colón de Oro al mejor largometraje, el Colón de Plata al mejor actor (Lázaro Ramos) y el indiscutible premio a la mejor fotografía, obra de Walter Carvalho.

Por su parte, Uma vida en segredo , de Suzana Amaral, logró el Colón de Plata al mejor director, a la mejor actriz (Sabrina Greve) y el Premio Especial del Jurado. La película argentina Tan de repente obtuvo los dos galardones restantes: mejor realizador novel, para Diego Lerman, y mejor guión, premio compartido por Lerman y María Meira.

El premio del público recayó en Una pasión singular , de Antonio Gonzalo, un acercamiento a la personalidad y trayectoria política de Blas Infante, el padre de la patria andaluza. El bonaerense , del argentino Pablo Trapero, una de las favoritas junto a Madame Satá , sólo recibió dos premios no oficiales: el de Radio Exterior de España y el de la Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía. El Premio del Colegio de Arquitectos fue para En construcción , lo que provocó ciertas sonrisas.

El jurado lo integraron Sergio Ramírez, Aitana Sánchez-Gijón, Patricia Ferreira, Santiago Tabernero, Laura Ruiz y Andrés Santana.