El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, asistirá el próximo 28 de febrero a los actos institucionales por el Día de Andalucía. La presencia de Sánchez en dichos actos puede interpretarse como un nuevo intento de acercamiento hacia la presidenta andaluza, Susana Díaz, en un momento en el que el secretario general busca recomponer la unidad del partido. Él mismo anunciaba ayer, en una entrevista en Antena 3, que se ha propuesto juntar en marzo en un mismo foro a sus predecesores Alfredo Pérez Rubalcaba, José Luis Rodríguez Zapatero, Joaquín Almunia y Felipe González, como forma de «visualización de que la unidad está recompuesta», nueve meses después del 39 Congreso de su partido. Sánchez y Díaz, que no mantienen una relación fluida, celebraron un encuentro de una media hora hace un mes en Sevilla, justo antes de que él pronunciara una conferencia a la que ella acudió. Un encuentro que culminó en la conocida en algunos círculos como «foto Frozen» o del «deshielo».

La semana que viene los dos volverán a compartir atención mediática en un momento en el que su falta de apoyo a la eurodiputada Elena Valenciano para que ésta pudiera optar a la presidencia del grupo de los Socialistas del Parlamento Europeo ha revuelto las aguas del partido. La presidenta andaluza dijo ayer que no quiere «ni pensar» que esa falta de respaldo del secretario general sea porque Valenciano la apoyó a ella en las primarias que la enfrentaron a Sánchez.