El último incidente violento en el ámbito de la sanidad en Córdoba se ha saldado con un celador que tuvo que ser intervenido en quirófano y un vigilante que ha estado 24 horas en observación por un fuerte golpe.

Según ha podido saber este diario, en la tarde del pasado domingo ingresó un paciente en el servicio de Urgencias del hospital Reina Sofía, que una vez examinado por los médicos fue derivado a la unidad de Salud Mental del hospital Provincial.

Una vez en el vestíbulo de este último recinto, el paciente se puso violento y atacó con una navaja a uno de los celadores, a quien alcanzó en el cuello. El corte afectó al músculo esternocleidomastoideo y se quedó a un centímetro de la yugular. Tuvo que ser operado de urgencia en quirófano.

En ese altercado también resultó herido un vigilante de seguridad que intervino para aplacar al paciente. Este trabajador recibió un fuerte cabezazo y los médicos decidieron someterlo a observación durante 24 horas.

En el plano judicial cabe reseñar que estos hechos están siendo investigados por el juzgado de guardia, si bien el paciente no ha comparecido aún ante el juez al estar medicado. Estas fuentes han señalado que ayer se encontraba ingresado --como medida preventiva-- en el módulo penitenciario del hospital.

Por su parte, el hospital Reina Sofía ha activado el protocolo que establece el Plan de Prevención y Atención de Agresiones para Profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía, según informa en una nota.

El 28 de abril se conoció que un médico del área de Urgencias del Reina Sofía había sido agredido y que había interpuesto la correspondiente denuncia.

El sindicato de enfermería Satse ha denunciado que las agresiones a profesionales de la sanidad pública cordobesa se han incrementado en lo que va de año más de un 60% con respecto al primer cuatrimestre del pasado año, y organizó una concentración el 27 de abril para protestar por el último atentado sufrido por un enfermero del dispositivo de cuidados críticos y urgencias (DCCU) de la avenida de América. En ese incidente, una médica y el conductor de la ambulancia, que habían acudido a una atención domiciliaria, fueron agredidos verbalmente. Tanto la médica como el enfermero presentaron denuncia.

De las 35 agresiones ocurridas este año, 14 fueron físicas y 21 verbales.