El exalcalde de Marbella (Málaga) Julián Muñoz, imputado por el llamado caso Saqueo II , derivado del informe del Tribunal de Cuentas sobre la gestión municipal del Grupo Independiente Liberal (GIL) entre los años 1991 y 1999, declaró ayer en la segunda sesión del juicio que firmó su "sentencia de muerte" en 1993, cuando entró en la corporación municipal de la mano de Jesús Gil y Gil.

"Desde que entré en la corporación municipal con Gil en el año 1993, firmé mi sentencia de muerte porque lo firmaba todo", según manifestó Julián Muñoz ante la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.

En este sentido, volvió a reiterar que en el momento en que se convierte en presidente del consejo de administración de casi todas las sociedades municipales creadas para desviar fondos del Ayuntamiento de Marbella no tenía "ningún conocimiento contable" y agregó que conoció la existencia de las sociedades en el momento en el que le "meten en el consejo".

Julián Muñoz volvió a insistir en que su cargo era "político e institucional", en que no ha administrado "ninguna" de las sociedades municipales y en que se niega a firmar las cuentas a partir del año 1996 porque dejan de presentárselas. Su defensa le enseñó una serie de documentos relacionados con las sociedades, en los que Muñoz no reconoció su firma, pero sí la de algunos de los imputados.

REPAROS "A TORO PASADO" El exprimer edil de Marbella afirmó que rubricaba todo tipo de documentos porque "nadie ponía reparos". "El interventor muchas veces, casi nunca ponía reparos. Los reparos aparecían a la semana, al mes, al año", destacó, para insistir en que el interventor del Ayuntamiento ponía reparos "a toro pasado".

Por su parte, el concejal y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Marbella desde junio de 1991 hasta 1998 y que fue miembro del órgano de administración de varias empresas municipales de la localidad, Pedro Román, afirmó ayer durante el juicio que en el consistorio marbellí "decidía única y exclusivamente" el exprimer edil Jesús Gil y Gil.