La deuda a largo plazo de la comunidad autónoma de Andalucía ha recuperado el grado de inversión y se sitúa en el nivel Baa3 con perspectiva estable, según el último informe de la agencia de calificación Moody’s. De este modo, Andalucía ha mejorado su posición y ha abandonado el grado especulativo de la calificación anterior, que la situaba en Ba1.

Así lo dio a conocer ayer sábado la Consejería de Hacienda y Administración Pública de la Junta, cuya titular, María Jesús Montero, valoró positivamente el informe, ya que «avala la solvencia financiera de Andalucía y pone de manifiesto el saneamiento de las cuentas públicas de la comunidad autónoma».

A su juicio, la subida de la nota a Andalucía «supone un respaldo a la gestión económica» de su departamento y «un estímulo para continuar saneando las finanzas públicas», señala la consejera en una nota de prensa.

Montero recordó que, desde el año 2012, Andalucía permanecía en la valoración de Moody’s en grado especulativo, y defendió que «la gestión de estos últimos años ha llevado a que la última evaluación haya situado la calificación de Andalucía en grado de inversión». En este sentido, subrayó que con las últimas actualizaciones, «las tres principales agencias de rating sitúan a Andalucía como una institución de confianza para que los agentes económicos y financieros realicen inversiones en la región».

COMUNIDAD CUMPLIDORA / La consejera hizo hincapié en que «Andalucía es una región responsable y cumplidora con los compromisos de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera». «La comunidad ha cumplido con los objetivos de déficit fijados por el Gobierno central y cerró el ejercicio del 2015 con un déficit público medio punto del PIB por debajo de la media regional», manifestó Montero.

Asimismo, señaló que Andalucía «mantiene su nivel de endeudamiento constante y por debajo de la media de las comunidades autónomas»; concretamente un 2,8 por ciento por debajo de la media regional en el segundo trimestre del 2016, según los datos publicados por el Banco de España.

Respecto a su periodo medio de pago a proveedores, la región se sitúa en 13,55 días en agosto y acumula en el ejercicio un descenso de 25 días.