Más de 25.000 personas asistieron ayer, según fuentes municipales, a la romería de la Virgen de Luna, patrona de Pozoblanco, donde, a pesar de la multitud, no hubo que lamentar ningún tipo de incidentes durante toda la jornada.

El día amaneció radiante y la magnífica temperatura y el sol que lució toda la jornada contribuyeron a que los romeros se desplazaran hasta el santuario de la Jara, bien en vehículo propio, en los autocares dispuestos para la ocasión, o a pie, como es tradicional, fundamentalmente entre las pandillas de jóvenes o entre los devotos que tienen alguna promesa que cumplir.

Pasadas las tres de la tarde, la Virgen partía hacia Pozoblanco entre salvas disparadas por los hermanos de la cofradía. A su llegada a Pozoblanco, en el Arroyo Hondo, la esperaban las autoridades locales, con el alcalde a la cabeza, quien le entregó las llaves de los sagrarios de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba, a la vez que los niños le ofrecían el típico hornazo, regalo de sus padrinos. Después el cortejo llegó hasta las puertas del Ayuntamiento, donde la imagen recibió el bastón de Alcaldesa Perpetua del municipio y minutos después hacía su entrada en la iglesia de Santa Catalina.

MEJORAS EN EL SANTUARIO Este año los romeros se han encontrado con numerosas novedades. La primera en el camino, ya que los hitos kilométricos recién colocados contaban con información adicional sobre el lugar en el que el caminante se encontraba en ese momento y la distancia que le separaba de la iglesia de Santa Catalina, donde desde ayer está la Virgen de Luna. Pero la más importante ha tenido como protagonista al santuario, después de las mejoras que se han hecho tanto dentro como fuera de la ermita. En el exterior se ha empedrado el patio de la casa de la cofradía de Pozoblanco, y en el interior de la iglesia la solería antigua se ha sustituido por una totalmente nueva que se adapta a las características del edificio religioso. Las nuevas baldosas miden 20 por 20 centímetros y han sido expresamente encargadas para este fin. Pero sin duda el elemento que más llamó la atención fue la espectacular plataforma de granito de 1,50 metros de altura sobre la que a partir de ahora estará colocada la Virgen cuando se encuentre en su ermita.

Pozoblanco continúa hoy la fiesta, que tuvo como prólogo el pregón que el pasado sábado pronunció Sebastián Fernández en la iglesia del colegio salesiano. El pregonero piropeó a la Virgen, a Pozoblanco, a los romeros, a los devotos y a la comarca de Los Pedroches a la que tuvo presente porque, según sus palabras, la Virgen de Luna reúne a muchos ciudadanos del entorno de Pozoblanco. Esta mañana a partir de las once la Virgen de Luna saldrá en procesión por diferentes calles del municipio, que se engalanan para la ocasión, y posteriormente tendrá lugar una misa en la iglesia parroquial de Santa Catalina.