Tras su ingreso en la prisión de Alhaurín de la Torre (Málaga), Maite Zaldívar, exmujer del exalcalde de Marbella Julián Muñoz, se siente "liberada" del agobio y la ansiedad que ha sufrido en las últimas semanas ante su inminente entrada en la cárcel por un delito de blanqueo de capitales. Zaldívar es consciente de que se encuentra en "una nueva etapa en su vida", asume que se ha equivocado al utilizar un dinero que ella desconocía que fuese ilícito y se muestra muy activa y con ganas de aprender cosas nuevas, según han asegurado a Efe fuentes de su entorno.

Por ello, se quiere inscribir en clases de inglés, teatro, costura y pregunta por otros talleres ocupacionales que puede desarrollar en el centro penitenciario de Málaga porque "quiere apuntarse a todos". A diferencia del concepto que se puede tener en el exterior de una prisión, de sus dos primeros días en la cárcel ha destacado la "buena comida" y lo limpio que está todo. También ha solicitado su primer vis a vis con sus dos hijas y su pareja, y descarta pedir alguno con su hermano, Jesús Zaldívar, también en prisión por el mismo delito y que tiene que cumplir la misma pena de prisión, dos años y medio. Con quien no puede solicitar una reunión para cambiar impresiones o tratar asuntos referentes a sus dos hijas es con el exalcalde Julián Muñoz, al estar ya divorciados.

Maite Zaldívar necesita cumplir una cuarta parte de su condena para poder acceder a permisos, que previamente tendrán que ser aprobados por la junta de tratamientos y el juez de vigilancia penitenciaria, y posteriormente podrá pedir acogerse al tercer grado. Debido a ello, su entorno espera que en el plazo de ocho o nueve meses pueda acceder a algún permiso y meses después intentarían que se le concediese el tercer grado, que dado que no tiene antecedentes penales, a que la pena no es muy elevada y siempre que mantenga un buen comportamiento, esperan conseguir pronto.