La Feria del Disco, Tebeos, Cine y Coleccionismo de Córdoba reunió ayer en una sala del hotel Córdoba Center, desde las 11 a las 20 horas, cien mil piezas . Y no me refiero, si me permiten el juego de palabra, al variopinto público asistente entre expertos, adolescentes freakies , buscadores de oportunidades, coleccionistas empedernidos y curiosos en general, sino a los cien millares de discos y publicaciones antiguas que, según la organización, habían traído la docena de expositores que participaron en esta edición de la feria.

"Aquí no se busca el dinero. Incluso pongo los discos más baratos que en la tienda porque se trata de atraer a la gente", explicaba Bartolomé Jaén, organizador de este peculiar encuentro que no deja de sorprender edición tras edición. Sin embargo, y aunque Jaén no consideraba el negocio como lo primero, en los primeros minutos de la feria unos mil ejemplares raros cambiaron de mano entre dos de los expositores a cambio de una significativa cantidad de dinero. En la feria, además, podían verse objetos tan valiosos como discos de pizarra para gramófonos (a 40 euros) o un rarísimo álbum publicado en España de fotos de los Beatles que se vendía por 600 euros. "En Madrid, esa pieza se puede colocar por 700 u 800 euros sin problema", explicaba ayer el coordinador del evento.

Es más, parece que la actividad y el negocio está en auge, ya que Bartolomé Jaén afirmaba ayer que, "es curioso, pero quitando quizás la feria del disco de Almería, no se ha notado mucho la crisis ni en Córdoba ni en las que vamos en toda Andalucía", un circuito de especialistas que ya se conocen bien.

Y pese a todo, Jaén insistía ayer en que el dinero no era lo más importante en esta feria. "Lo que cuenta es la afición", e incluso "hay gente que hasta odia los CD, porque el vinilo tiene su encanto, su magia".