Los laboratorios han plantado a la Junta en la primera subasta de medicamentos, una medida polémica --el Ejecutivo central ha amagado con recurrirla-- con la que el Gobierno andaluz pretende recortar la millonaria factura sanitaria. La Junta denuncia "presiones" del ministerio hacia los laboratorios para que no acudan al concurso y estudia acciones legales contra las firmas que han dado marcha atrás a última hora. Los farmacéuticos, que también se oponen a esta medida, se mostraron satisfechos con este fracaso inicial.

Solo cuatro laboratorios, de los 11 que en un principio estaban citados a las 13.00 horas de ayer en la sede del SAS para formalizar sus contratos de adjudicación del primer concurso público de licitación de fármacos acudieron finalmente, explicaron fuentes del departamento que dirige María Jesús Montero consultadas por Europa Press. Los laboratorios que sí se presentaron son Industria Química y Farmacéutica Vir, Medinsa Laboratorios Medicamentos Internacionales, Uxafarma S.A. y Aurobindo S.L. Montero denunció que por "presiones del Ministerio de Sanidad y del PP", no acudieron las compañías farmacéuticas Ranbaxy S.L., UCB Pharma, Nycomed Pharma Janssen Cilag, Bayer Hispania, Abbot y Sanofi Aventis. La consejera ya ha anunciado que su departamento está estudiando acciones legales contra los laboratorios que finalmente no firmaron los contratos de adjudicación que la Administración les concedió el pasado lunes mediante concurso público.

MEDIDA CONTROVERTIDA La medida es controvertida porque está en el límite de las competencias de la comunidad, ya que solo el Estado puede intervenir en el precio de los medicamentos. Hasta ahora, cada genérico lo comercializan varios laboratorios. A partir de las subastas, los farmacéuticos solo podrán dispensar el que haya ganado el concurso del SAS. El fabricante que se haga con la subasta se compromete con la Junta a una serie de contraprestaciones, que pueden ser, por ejemplo, la compra de tecnología para los hospitales.

El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, también se mostró convencido ayer de que las compañías están recibiendo "presiones" para que no firmen y negó que haya "prevaricación" en la medida impulsada por su gabinete. "Prevaricar es dictar una solución injusta a sabiendas de que lo es. ¿Es injusto ahorrar en medicamentos para poder dar mejor mejor atención sanitaria?", se preguntó Griñán en una entrevista en Televisión Española.

El Ministerio de Sanidad negó haber ejercido "algún tipo de presión" contra los laboratorios farmacéuticos para que no firmaran la subasta andaluza. Desde Sanidad recordaron a la Junta que "siempre se han mostrado abiertos al diálogo" a fin de poder llegar a un acuerdo que impidiese impugnar una norma que, como reconoció la ministra Ana Mato, "no tiene suficientes requisitos de transparencia y garantías, rompe con la unidad de mercado y afecta negativamente al derecho de los andaluces a acceder a los medicamentos en condiciones de igualdad con el resto de los españoles".