El cristianismo fue, es y será la oposición del progreso", ahí es nada. Y esta frase la ha dicho Zapatero por dos veces. Definitivamente, la ola de calor afecta el cerebro. He oído decir estupideces a Aznar , también a Zapatero, por lo que llego a la conclusión de que será un mal que se adquiere en el sillón de la Moncloa ... ¡ay, los sillones! Además, grita a los cuatro vientos que España es laica. No es novedoso en esta afirmación. Ya lo proclamaron en su día otros gobernantes. Herodes , por ejemplo, fue el primer laicista de la historia. Le dijeron que había nacido un rey, cuyo reino no tendría fin. ¿Que alguien me va a hacer sombra?, dijo, pues asesinemos a todos los niños. También Nerón , ¿qué unos simples cristianos adoran a otro Dios que no soy yo? Pues que sean chivos expiatorios del incendio de Roma: a los leones con ellos. Luego llegó Diocleciano , y muchos más.

Hoy no se queman iglesias, no se crucifica a los cristianos. Todo es más suave, más políticamente correcto, a la manera de Herodes se ataca a la cabeza, a la misma alma del cristianismo: a Jesucristo . Y ¿cómo se hace eso? Pues minando poco a poco la esencia cristiana y volviendo a buscar, cómo no, chivos expiatorios. Que no se progresa en la ciencia: el cristianismo tiene la culpa. Que no se progresa en derechos sociales: el cristianismo tiene la culpa. Y así, suma y sigue. Los laureles del poder tienen un pequeño problemilla, y es que son efímeros. De estar manejando los hilos de la ciudadanía, se pasa tras una jornada electoral a mirar el balcón del poder desde la calle, con sus banderas y todo. Y así, irán pasando políticos, que aunque hagan daño en su mandato, luego les llega el ostracismo, gran idea de los atenienses.

Cristo hace más de dos mil años dijo: "el cielo y la tierra pasarán, pero no mis palabras". A ver si dentro de dos años alguien se acuerda de lo que dicen muchos de los políticos de hoy.

*ESCRITORA