Hace algo más de un mes, la revista germana Der Spiegel avanzó la intención de Alemania de lanzar una macro oferta de empleo para jóvenes españoles cualificados. El país acababa de cerrar 2010 con un récord histórico de trabajadores (más de 40,3 millones) y la tasa de paro más baja en años (6,6%). En un país de 81 millones de habitantes, menos de tres están en paro. El eco de esta oferta llenó de esperanzas a una España en crisis, que con algo más de la mitad de la población (47 millones) tiene casi millón y medio más de desempleados (4,3 millones). Días después, ambos gobiernos hicieron oficial una oferta que ha despertado el interés de los nietos de aquellos que emigraron en los 60, pero si estos llenaron las cadenas de montaje de las fábricas de coches o cerveza, sus descendientes están llamados no a montar piezas sino a diseñar automóviles o aviones.

La oferta alemana prevé cubrir entre 500.000 y 800.000 puestos de trabajo centrado sobre todo en cuatro sectores: sanidad, ingeniería, docencia y turismo y hostelería. Los servicios públicos de empleo de España colaboran con los alemanes para reclutar a los posibles candidatos a través de la red Eures de cooperación laboral en el ámbito europeo. La red cuenta con consejeros provinciales que solo informan y asesoran porque las solicitudes se tramitan on line y se centralizan en Madrid.

PRIMEROS DEMANDANTES Desde el Servicio Estatal de Empleo reconocen que se han generado quizá demasiadas expectativas ya que de momento Alemania no ha remitido ninguna oferta extraordinaria de empleo dentro de este acuerdo de colaboración. Por el momento, clasifican a los demandantes según sus características y rehusan dar datos de solicitudes, aunque probablemente hagan un balance a final de mes.

Carlos Palomo es el consejero de la red Eures en Málaga y recuerda entre las personas que ha atendido a "un chaval de Estepona nacido en Alemania pero que se vino con 15 años y ahora se planteaba volver, quería intentarlo por la hostelería". También en Cádiz, una provincia especialmente castigada por el paro, hay interés hasta el punto de que un ayuntamiento, el de Espera --gobernado por Izquierda Unida--, ha empezado a impartir gratis cursos de alemán para ofrecer una salida a sus vecinos. Más de la mitad de su censo (unos 4.000 habitantes) está en paro. 120 de ellos ya se han apuntado a clases de alemán dispuestos a irse donde haga falta.

Y es que uno de los requisitos de la oferta es acreditar un nivel mínimo del idioma germano (equivalente al certificado europeo B1/B2). Por ello, una buena pista sobre el interés despertado es la proliferación de cursos intensivos de alemán que han empezado a ofertar las academias.

En el centro Clic de Sevilla reconocen que nunca antes habían ofertado cursos intensivos fuera de verano de un idioma distinto al inglés, pero tras recibir un goteo permanente de interesados, decidieron iniciar uno en febrero. "A la semana se llenó", explican sus responsables, por lo que el próximo 7 de marzo tienen previsto comenzar uno nuevo. Ambos durarán hasta junio, con once alumnos cada uno. Porque el perfil de los matriculados es el de jóvenes entre 20 y 26 años, que están terminando la carrera o acaban de licenciarse y que quieren aprender un mínimo de alemán para probar suerte en verano y decidir si su futuro está en Alemania según les vaya.

Con una tasa de paro nacional del 20,33% que en Andalucía sube hasta el 28,35%, la mera posibilidad de un trabajo genera expectativas. Pero además, el mercado laboral alemán ofrece sueldos más atractivos alejados del mileurismo para los trabajadores cualificados.

No existe un salario mínimo por ley (el de España para 2011 se ha fijado en 641,56 euros mensuales) salvo en algunas actividades con acuerdos sectoriales, como la construcción (entre 7,65 y 12,95 euros la hora para puestos no cualificados). Según los últimos datos del Eurostat, el sueldo medio bruto anual de un asalariado a tiempo completo es de 41.400 euros en Alemania frente a los 25.208 de España.

TEJIDO PRODUCTIVO Aunque la economía alemana se suele asociar a grandes industrias, lo cierto es que su tejido productivo no es muy diferente al de España y Andalucía, dominado por las pymes. El 90% de las empresas alemanas tienen menos de nueve trabajadores. El 98% de las empresas andaluzas son pymes. Sin embargo, el colectivo de autónomos en Alemania es inferior aunque en auge. De los 40 millones de trabajadores, cuatro son autónomos. En España hay tres millones (400.000 en Andalucía) pero la crisis está provocando una sangría continua.

Pero sin duda la clave de la oferta alemana y el interés despertado en España está en la situación de los jóvenes en uno y otro país. Alemania tiene un 23,4% de universitarios y España un 32,4%. Sin embargo, la tasa de paro juvenil en España y Andalucía ronda el 40% y en Alemania es apenas del 3,4% (49.000 de los 2,9 millones de parados son jóvenes), aunque solo mide a los menores de entre 16 y 20 años.