Los servicios provinciales de Consumo de la Junta de Andalucía han detectado un 32,6 por ciento de irregularidades en 716 bares, cafeterías, restaurantes y otros establecimientos del sector inspeccionados durante 2014. Así, el balance de estas actuaciones ha sido el levantamiento de 863 actas, resultando 282 positivas por irregularidades o incumplimientos, un 32,6 por ciento del total.

La Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales han informado en una nota de que las principales irregularidades cometidas han sido la inclusión incorrecta en la carta por no indicar el peso o el número de unidades cuando se trata de productos de charcutería y quesos, un 28 por ciento de los casos, y de moluscos y crustáceos, un 21 por ciento; la oferta de pescados que no alcanzan la talla mínima o están en época de veda (25%); la falta de etiquetas que verifiquen el estado de las balanzas o sistemas de peso (20%); no mostrar los precios de comidas y bebidas y servicios ofertados (10%) y no disponer de las cartas de comidas o bebidas tanto en el interior como en el exterior de los restaurantes (casi el 9%).

Por tipo de establecimiento, donde se han encontrado más irregularidades ha sido en los bares, con un 53 por ciento de las actas levantadas, seguidos de los restaurantes y las cafeterías, con un 31 y 16 por ciento respectivamente.

A la vista de "los incumplimientos del sector", que provocan un número significativo de reclamaciones, la Secretaría General de Consumo va a desarrollar hasta fin de año una nueva campaña que prevé la inspección de al menos 780 establecimientos.

Como novedad, los inspectores de Consumo comprobarán si los alimentos no envasados advierten del contenido de sustancias o productos que provocan alergias o intolerancias y que deben indicarse de forma expresa. Esta información podrá facilitarse de forma oral, por parte del personal del establecimiento, o escrita, aparte de indicarlo en un lugar destacado y visible.

"IMPLICACIÓN DEL SECTOR"

Éstos y otros aspectos se examinarán según han indicado desde la Consejería en las inspecciones a restaurantes, bares, cafeterías, pubs y autoservicios de venta de alimentos y bebidas. Antes del inicio de las actuaciones, tienen previstas reuniones con asociaciones de hosteleros para informales, entre otros asuntos, sobre la obligatoriedad de utilizar aceiteras no rellenables y de indicar si los platos preparados contienen alérgenos. Se pretende de este modo que el sector empresarial "se implique en el control de las obligaciones que le corresponden".

En los controles se verificará también si los productos de charcutería, quesos y moluscos o crustáceos se ofertan por unidades o al peso. Además, se comprobará que la publicidad e indicaciones de los productos se corresponde en realidad con los mismos cuando se trate de gamba blanca, langostino de Sanlúcar, almeja fina, chanquete, lubina, dorada y rodaballo, así como jamón y caña ibérica.

Igualmente, se velará "por el cumplimiento de las épocas de veda y de las tallas mínimas de los pescados que se incluyan en el menú", según la normativa vigente. Las denominaciones 'casero', cuando se trate de productos elaborados en el propio establecimiento, son también objetivo de la campaña.

Otros aspectos que se analizarán son los sistemas de peso y las balanzas para ver "si disponen del certificado de control metrológico de la sociedad mercantil Verificaciones Industriales de Andalucía, SA (Veisasa)".

En cuanto a las cartas y listas de precios, se verificará que no incluyan la mención 'precios según mercado', que está "expresamente prohibida", ni porcentajes extras, debiendo indicarse el precio completo.

RECOMENDACIONES

Con relación a los servicios que ofrecen estos establecimientos, la Secretaría General de Consumo recomienda asegurarse de que "los precios sean finales y completos, incluyendo el IVA". Asimismo recuerda que el cubierto, la carta, la reserva de plaza o cualquier otro concepto similar "no pueden ser cobrados", ya que se entienden que van incluidos en el precio y son elementos "necesarios para la prestación del servicio".

Se aconseja también comprobar si aparece indicado si hay variación de precio en función de si el consumo se realiza en mesa o en barra, así como comprobar si existen restricciones en las ofertas, como por ejemplo que en las mesas sólo se sirvan raciones, algo que el establecimiento puede hacer siempre que informe de ello al usuario a través de los mecanismos habilitados al efecto.