El Ayuntamiento tiene intención de devolver a su lugar, flotando junto al puente de Miraflores, la escultura del Hombre río , según aseguró ayer el presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Andrés Ocaña.

Los restos del Hombre río fueron recuperados ayer por la tarde por un equipo de bomberos, después de que la escultura hubiese sido arrastrada por la crecida del Guadalquivir la semana pasada debido a las lluvias. La figura llegó hasta las inmediaciones de las obras del puente de la Variante Oeste, a varios kilómetros de su emplazamiento original. Allí quedó entre el fango y la maleza, hasta que ha podido ser rescatada.

Los bomberos lo intentaron el jueves y el viernes pasado, pero el barrizal y la amenaza de nuevas lluvias les hizo desistir, hasta que ayer, sobre las 16.00 horas, llevaron a cabo la operación con éxito. Eso sí, solo se ha recuperado el busto, pues la fuerza del agua rompió la estructura que unía esta parte a las piernas, que no han sido encontradas. Los restos se trasladaron al parque de bomberos de Vista Alegre.

El Hombre río es obra de los artistas cordobeses Rafael Cornejo y Francisco Marcos, quienes, en abril del 2006, lo plantaron de noche y sin permiso en medio del cauce del Guadalquivir. La reacción de los ciudadanos, que en su mayoría aplaudieron el atrevimiento de los artistas, llevó al Ayuntamiento a decidir que la escultura debía quedarse. El pasado enero se ancló junto al puente de Miraflores.

Pero el Hombre río no resistió las intensas lluvias de la semana pasada, a pesar de que su anclaje fue supervisado por los ingenieros de la Gerencia de Urbanismo, que se hizo cargo de la instalación. "Estaba preparado pero el agua puede dar estas sorpresas. Ahora evaluaremos los daños y veremos qué es lo que ha fallado, porque la intención es restituirlo y devolverlo a su lugar", explicó ayer Andrés Ocaña, presidente de la Gerencia de Urbanismo.

Por su parte, los creadores también han estado muy pendientes de su obra. Francisco Marcos incluso buscaba ayer las piernas de la escultura. "Hasta me he llevado unos prismáticos, pero no las he podido encontrar". En cualquier caso, tanto Francisco Marcos como Rafael Cornejo están dispuestos a colaborar en la restauración, para que el Hombre río vuelva a lucir su sonrisa burlona en el Guadalquivir