El Gobierno rumano prevé un éxodo de ciudadanos de su país a otros destinos de la Unión Europea distintos a España, como consecuencia de los efectos de la moratoria que permite al Ejecutivo español exigir permisos de trabajo a los rumanos para emigrar a España, en vigor hasta finales de 2013.

Así lo ha asegurado hoy a Efe el Cónsul General de Rumanía en Andalucía, Manuel Plesa, que ha entendido que esta moratoria "viene a dar un paso que no es bueno para los ciudadanos rumanos, porque no se puede ya encontrar la posibilidad de trabajo".

En la celebración de la fiesta rumana del inicio de la primavera, "Martisor", con mujeres inmigrantes en la empresa agrícola Agromartín de Lepe (Huelva), Plesa ha lamentado los efectos negativos de esa moratoria, aunque, por el contrario, se ha congratulado del nivel de integración que tienen los inmigrantes rumanos en suelo español, y andaluz en concreto.

No obstante, ha entendido que Inglaterra o Alemania podrían ser los destinos de sus compatriotas en adelante, para señalar, de todas formas, que muchos de sus compatriotas "han comprado una vivienda aquí, se encuentran como en su casa y no quieren salir".

Según datos de la oficina de Plesa, la población rumana en Andalucía llega ya a las 150.000 personas, y en los últimos años se observa un repunte de su presencia en las universidades y profesiones relacionadas con la medicina.

La celebración a la que ha acudido el cónsul, que se conoce como "Chistita Baba Marta" en países del este europeo, es una iniciativa de la empresa agrícola donde se ha celebrado y de la Asociación de Rumanos de la Costa de Huelva, para poner en marcha varias actividades interculturales con el objetivo de dar a conocer algunas de las más interesantes tradiciones rumanas y favorecer así el conocimiento mutuo de las diversas culturas que conviven en la localidad de Lepe.

Así, han elaborado los amuletos típicos a partir de objetos simbólicos de diversa naturaleza y decorados con un lazo tradicional compuesto por hilo blanco y rojo.

En Rumanía es costumbre regalarlos a las mujeres coincidiendo con las fechas entre el 1 y el 9 de marzo, como muestra simbólica de la finalización de la temporada invernal y celebración del comienzo próximo de la primavera.