La esquina en la que murió Manuel José García Caparrós el 4 de diciembre de 1977 en Málaga fue reconocida ayer por la Junta de Andalucía como lugar de Memoria Democrática, lo que supone «un honor» para la familia, que volvió a reclamar que se esclarezcan las causas de su fallecimiento. Al acto asistió el vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y las tres hermanas del fallecido, en el que se decubrió una placa que recuerda el hecho acontecido y seentonó el himno de Andalucía. «Este es un acto de justicia con la familia y un acto de recuperación de la dignidad y recuperación de la memoria de Andalucía y lo que ha significado la lucha del pueblo andaluz por su propia autonomía», aseguró Jiménez Barrios.

El vicepresidente destacó que el reconocimiento que realiza la Junta, junto con la introducción en el currículo educativo de la Ley de Memoria o la exhumación de fosas, entre otros, van en la línea de un pueblo «maduro» que «conoce que ocurrió y repara en la medida de las posibilidades el daño producido». Recordó que la Junta recurrió a través de la vía judicial que se hagan públicos los documentos sobre el asesinato del joven sindicalista hace 40 años, y consideró que «no hay ninguna excusa para no conocer exactamente lo que pasó y quienes fueron los protagonistas».

Las hermanas del fallecido consideraron «un honor» el reconocimiento como lugar de Memoria Democrática la esquina donde falleció García Caparrós, y destacaron que ese sitio «siempre será recordado como un símbolo de Manuel José».

Los familiares también aseguraron que seguirán luchando «para que todos los papeles que están en Madrid lleguen al Parlamento de Andalucía, y se investigue ese asesinato, que 40 años después aún está silenciado», lamentaron.