A las puertas del mayo cordobés, la ciudad disfruta estos días de una serie de actividades de esas que atraen no solo a turistas. El Paseo de Córdoba se convirtió ayer en el Paseo por la Ciencia, un encuentro que ya se ha convertido en un referente cultural y educativo. Las batas blancas --símbolos más poderosos de la autoridad moral de la ciencia-- dejaron los laboratorios para salir a la calle y acercar a los visitantes experiencias prácticas.

Bajo la supervisión de alumnos y profesores de distintos centros educativos, niños y no tan niños se agolpaban en las casetas y recorrían los módulos experimentales relacionados con la Astronomía, la Biología, la Física, la Geología y la Química. Obdulia Romero, con sus dos nietos, había venido desde Alcaracejos "expresamente para visitar el Paseo de la Ciencia. Los pequeños lo estaban esperando".

Julián explicaba el aro de Arthur Good, porque "en contra aparente de las leyes de la física, rueda hacia arriba sobre un plano inclinado". Muy atenta escuchaba Patricia, de ocho años, quien confesaba que "he preferido venir aquí antes que ir a la Ciudad de los Niños. Así aprendo cosas divertidas de la ciencia".

Mientras, alumnos del IES Nuestra Señora de la Estrella lograban captar la atención del público justificando a través de una pajita para beber por qué un ciclista se siente atraído cuando un camión pasa a su lado. Por su parte, en el estand del instituto Luis Carrillo de Sotomayor, vísceras como el corazón y el riñón eran las protagonistas. Al otro lado y como oyentes, Pedro Quirós y Filo Ballester, profesionales sanitarios, constataban que "los chavales saben bien la lección".

Además del carácter divulgativo y formativo, esta actividad tiene un valor reivindicativo de la cultura científica con el objetivo de denunciar la situación en la que se encuentra la enseñanza de las ciencias en escuelas e institutos en la actualidad, "con horarios insuficientes de las áreas científicas y ausencia de equipamientos y enfoques metodológicos prácticos para desarrollarlas en clase", según el presidente de la Apccc, Casimiro Jesús Barbado.

Otro problema es el analfabetismo científico de gran parte de la población, aunque ayer quedó patente que "es falso eso de que la ciencia no interesa a nadie", declaraba Trini, profesora del IES Mario López de Bujalance. Sus alumnos, entre planetas, formación de jabones y experimentos, trataban de sustentar opiniones sobre temas de actualidad como células animales u otros más desconocidos como la nanotecnología.

Cerca del módulo del IES Trassierra sobre germinación de semillas y uso sostenible de los recursos naturales, Intermon Oxfam en Córdoba celebraba la 15 edición de Un día para la esperanza , dedicada a los derechos de la mujer en situaciones de crisis, una cita que se repetía en 47 ciudades. Con una muestra de productos de Comercio Justo y dinámicas para concienciar a un público infantil y adulto, unos 30 voluntarios mostraban la realidad de los campos de refugiados sudaneses de Djabal y Goz Amer en Chad bajo el lema de que "sus derechos --conseguir agua, seguridad alimentaria, salud y mejora de las expectativas de futuro-- son iguales que los tuyos".

De reivindicaciones se encontraban también los jóvenes de la feria de artesanos Made in Córdoba , en la sede de la asociación de vecinos Alcázar Viejo. Santiago Miralles y Silvia Jiménez viven de realizar manufacturas de cuero, pero "exigimos tener un espacio para hacer llegar a la gente esta pasión y que, además, no consuman objetos made in China".