La de ayer en el Ayuntamiento fue una presentación bien aprovechada. La expedición cordobesa Everest 2008 aprovechó para dar a conocer pormenores del intento de coronación de la cima del planeta en marzo del próximo año, el proyecto de ascenso al Alpamayo (un coloso de 5.947 metros) como preparación y sirvió para saldar una deuda pública de reconocimiento al montañero egabrense Pablo Luque Valle, que el verano pasado se convirtió en el segundo cordobés que ha hecho cumbre en uno de los catorce ochomiles del planeta, al coronar el G-II (8.035 metros).

Marzo del 2008 es la cita histórica de partida para la expedición que coordina el grupo de montaña Verticalia, con su fundador, Ricardo Guerrero, al frente. Entonces, el grupo himalayista cordobés, aún por cerrar en su totalidad en cuanto a protagonistas, tomará rumbo al Everest abanderando la capitalidad cultural del 2016. Vía Khatmandú, la cumbre, tras casi dos meses en el Nepal, está prevista para finales de mayo. El proyecto ideado por Guerrero, con la experiencia de dos ocho miles en su hoja curricular (Broad Peak y secundaria Broad Peak) va a recibir los días 24 y 25 de este mes en Córdoba el espaldarazo por parte de un mito, Juanito Oiarzábal, con 22 ochomiles bajo su rúbrica.

Antes, en julio próximo, Guerrero va a compartir una expedición preparatoria al Alpamayo, en la Cordillera Blanca peruana, coordinada por el Grupo de Montaña Piedraluenga, con los montillanos José Baena Roca y Francisco Baena Roca y la perabeña Angela Jerez Rodríguez. Ricardo Guerrero y José Baena intentaron en junio del pasado año el ascenso al Ama Dablam, en el Himalaya. La subida al Alpamayo, de elevada exigencia técnica, que ya intentó hace dos años una expedición cordobesa de Tiñosa, se realizará por la ruta Ferrari.