El periodista mexicano Teófilo Huerta, que lleva tres años denunciando un supuesto plagio de un cuento suyo en la novela Las intermitencias de la muerte (2005) de José Saramago, dijo ayer que las recientes declaraciones del Premio Nobel de Literatura negándolo son "una salida por la tangente". Saramago afirmó el pasado 31 de diciembre que nunca vio ni tocó el cuento del mexicano, y que "si dos autores tratan el tema de la ausencia de la muerte resulta inevitable que las situaciones se repitan en el relato y que las fórmulas en que las mismas se expresen tengan alguna semejanza". "Eso fue salirse por la tangente", aseguró Huerta, y agregó que él no habla de meras "coincidencias" sino de un "eje temático idéntico".

"Saramago tomó partes muy concretas de mi cuento. No las copió textualmente, sino que las parafraseó de forma muy clara en varios pasajes de su novela", aseguró. El mexicano indicó que no intenta adjudicarse la autoría de la novela completa del escritor luso, pero sí de la idea de partida y de varios puntos de los dos primeros capítulos del libro del portugués.

Según Huertas, detalles como los reportajes en prensa tras la desaparición de la muerte, la causa de la misma que es una alteración cósmica, el regreso con la caída de un trabajador, los titulares exclamativos en los medios, son detalles muy concretos que él escribió primero en su cuento "¡Ultimas noticias!" (1983). Huertas sostiene que tiene veinte pasajes donde queda claro el presunto plagio, sobre todo en doce de ellos. "Definitivamente José Saramago sí me copió".