El título universitario de Ingeniería de Edificación, que la Universidad Hispalense imparte desde hace cuatro años y Granada desde hace dos, ya no existe como tal. El Tribunal Constitucional (TC) ha denegado la validez del título por la confusión que se podría producir frente a los ingenieros o los arquitectos técnicos . El TC ha desestimado el recurso de amparo presentado por los colegios profesionales de Arquitectos Técnicos contra la sentencia del Tribunal Supremo que anulaba la denominación de Ingeniería de la Edificación, con la que pretendían sustituir el nombre de su título. El fallo pone punto y final al intento de crear este título, aprobado por el Gobierno socialista en el 2007.

El Supremo sentenció en marzo del 2010 que el nombre era contrario a las leyes porque inducía a confusión con las verdaderas ingenierías, y podría hacer creer que los arquitectos técnicos o aparejadores tuvieran las competencias exclusivas en materia de construcción. Ahora, el TC considera que la sentencia del Supremo está elaborada conforme a las leyes y no vulnera los derechos de los profesionales que pretendían cambiar de nombre, ya que la decisión no está basada en una interpretación arbitraria de la legalidad. En consecuencia, los planes de estudio por los que se obtenía el grado en Edificación quedan "definitivamente anulados".

Aquellos que han cursado estos estudios (unos 2.000 en Andalucía) no se pueden llamar ingenieros ni ostentar el título de arquitectos técnicos, ya que el Supremo advierte de que el nombre debe facilitar la identificación clara de la profesión para cuyo ejercicio habilita. La Hispalense sostiene que el fallo del TC sólo afecta al nombre, no al contenido, y que éste pasará a ser Tecnología de la Edificación. La sentencia recuerda que el nombre no es un asunto menor: Con el primer título se aspiraba a trabajar en una obra en cualquier país europeo en calidad de ingeniero, con el segundo sólo accedería a un puesto equivalente a la FP.