El copago de medicamentos de las farmacias hospitalarias que plantea el Gobierno central supondría un mazazo para los pacientes con cáncer. No solo por ser una mayoría entre los 90.000 andaluces que deberían pagar por las medicinas con las que se tratan enfermedades muy graves, sino porque los fármacos afectados serían los tratamientos más avanzados en la lucha contra el cáncer. Y el pago de un máximo de 4,20 euros por envase podría desincentivar su uso en enfermos con pocos recursos.

Los fármacos contra el cáncer que dispensan las farmacias hospitalarias son los tratamientos orales que los pacientes pueden administrarse ellos mismos en casa, y que han experimentado un auge en los últimos años frente a los intravenosos. Entre ellos están las terapias dirigidas, que se aplican de forma personalizada tras determinar qué alteraciones moleculares han provocado la enfermedad, y que han aumentado mucho la esperanza y la calidad de vida en estadios avanzados de determinados cánceres, según explica el doctor Luis de la Cruz, jefe de Oncología Médica del hospital Macarena de Sevilla.

PALIATIVOS Algunas medicinas son tratamientos paliativos, lo que no quiere decir para pacientes terminales, sino para casos en los que la enfermedad, pese a estar avanzada y sin posibilidad de curación, se puede contener "prolongando la supervivencia durante años y aliviando los síntomas". Estas terapias se siguen durante años con medicación diaria. En caso de que los pacientes no pudieran asumir el coste, para algunas de estas terapias existen alternativas "peores, menos específicas y más tóxicas", por vía intravenosa. En otros casos no hay alternativa terapéutica alguna.

De la Cruz indica que, aunque hay que tomar la cifra con prudencia porque varía según el tipo tumoral y su avance, entre un 20% y un 30% de los enfermos de cáncer pueden recibir los tratamientos afectados por el copago. Con la misma prudencia, la Junta estima que de los 90.000 andaluces que tendrían que pagar por sus medicinas, en torno a la mitad serían enfermos de cáncer, unos 45.000.

El Gobierno publicó a mediados de septiembre una resolución que ampliaba los medicamentos afectados por el actual sistema de copago a un listado que incluye medicinas contra el cáncer y la hepatitis C. Debía haber comenzado a aplicarse el 1 de octubre, pero la Junta se negó alegando que contradice el principio de igualdad y que la administración no dispone de medios técnicos para hacerlo, y presentó un recurso ante el Ministerio de Sanidad. Salud argumentó además que la medida no tiene sentido porque no racionaliza el uso de las medicinas, como justificó el Gobierno al instaurar los primeros copagos.

Tanto las asociaciones de pacientes oncológicos como De la Cruz respaldan la postura de la Junta: "La medida no puede tener un efecto disuasorio para evitar el abuso que puede haber con otros medicamentos, porque nadie se automedica contra el cáncer. Son tratamientos personalizados que los especialistas prescribimos después de haber examinado detenidamente las necesidades del paciente. El copago en este caso no tiene sentido y lo único que hace es penalizar la enfermedad oncológica frente a otras".

La Asociación Española Contra el Cáncer alerta de que el cáncer ya es una enfermedad que exige muchos gastos, "un goteo constante de prótesis -como las de mama o las pelucas al caerse el pelo-, complementos dietéticos o transporte para los tratamientos en los hospitales", por lo que cobrar además por las medicinas dejaría "en una situación de vulnerabilidad terrible" a los enfermos, según su responsable de Comunicación, Esther Díez.

La Junta está a la espera de que Sanidad resuelva el recurso. Entratanto, el Gobierno ha admitido que no presionará para que se aplicaque el copago, al que se han opuesto varias comunidades autónomas, algunas del PP.