La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía denunció ayer que el 29,3% de los andaluces vive por debajo del umbral de la pobreza y reclamó la puesta en marcha de la ley de inclusión social, que considera "incomprensiblemente paralizada" desde hace 12 años.

Con motivo del 62 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el coordinador del área de marginación de la asociación, Pablo María Fernández, criticó que la situación de la vivienda lleve "enquistada" más de 15 años, porque "no existe ninguna política seria de ninguna administración para solucionarla".

"La actividad de nuestros parlamentarios --dijo-- está más preocupada de los intereses y antojos del capital. con más recortes sociales y privatizaciones, que del cumplimiento real de los derechos humanos, como la vivienda, la renta básica, la salud, la educación y el trabajo".

LEYES INCUMPLIDAS Lamentó que la Ley Reguladora del Derecho a la Vivienda en Andalucía, aprobada el pasado 18 de febrero por el Parlamento, se haya convertido "en papel mojado" y sea "una ley más que no se cumple, violándose el derecho fundamental de acceder a una vivienda digna para cada vez más familias que carecen de ella".

Calificó como una "barbaridad" la supresión de la ayuda de 426 euros a los parados de larga duración puesto que considera que en tiempos de crisis "habría que aumentar las ayudas sociales" y no disminuirlas, y planteó que "si se salió al rescate de la banca se tendrá que salir al rescate de la ciudadanía".

Fernández denunció la "inexistencia" de una política de vivienda que actúe "como instrumento de equilibrio de los desajustes sociales" y "atienda a las necesidades de los 160 barrios marginados en ciudades con más de 50.000 habitantes que suman un total de 1.296.708 personas, con medias de desempleo, analfabetismo e infravivienda que superan en un 50% la media estatal". Además pidió que esa política de vivienda "dé respuesta a las más de 5.476 personas sin hogar que atendió Cáritas el año pasado" y a los "tradicionales" asentamientos chabolistas repartidos por la geografía andaluza.