En la geografía del mundo de los lutieres, donde Córdoba ocupa un destacado lugar, hay que sumar desde hace unos meses la localidad de Castro del Río. Dos castreños, Pepe Roldán y Manuel Camargo, entran en la compleja tarea del viejo arte de construir instrumentos de cuerda. Cada uno de ellos, y sin conocerse, llevaban varios años en la actividad artesanal de fabricar guitarras, hasta que coincidieron en la feria de muestras Ars Olea.

Para Pepe Roldán, el contacto y el tacto con la guitarra no es nuevo, puesto que es guitarrista flamenco desde hace varias décadas. Sí ha sido una novedad para Manuel Camargo, joven artesano que ha encauzado sus conocimientos de carpintería hacia la artesanía.

El mundo del guitarrero guarda secretos y cada taller esconde celosamente sus técnicas constructivas. Roldán llevaba años observando el trabajo de artesanos como Juan Montero, que le hizo su primera guitarra, o en el taller de Reyes. Existe en este mundillo el adagio de "que no serás reconocido como buen guitarrero hasta que no seas viejo".

Roldán nunca ha pisado una carpintería, por lo que se considera un autodidacta total. Al contrario que Camargo, que desde los 12 años pasó los veranos trabajando en una carpintería de su pueblo, teniendo ahí sus primeros contactos con este oficio, y de los 16 hasta los 21 trabajó en ella de forma permanente. Pero su desarrollo como carpintero y ebanista le llega a partir de esta edad, cuando de manos de Pepe Rodríguez, un ebanista cordobés bien reconocido, aprende todas las técnicas y le transmite el afán por la fabricación artesanal. A los 23 años monta su propio taller, donde realiza sus trabajos artesanales. Manolo, que hizo un curso de carpintería mudéjar, introduce pequeños detalles en la decoración de la guitarra.

Pero no es hasta mayo del 2009 cuando realiza su primer instrumento, motivado por necesidad para aprender a tocar. Fabrica una copia de una que cae en sus manos y, pese a su desconocimiento en este ámbito, es elogiada por algunos profesionales. A partir de ahí queda fascinado por este mundo y se empapa de toda la información que logra encontrar. Sus guitarras han sido probadas por artistas como Miguel Angel Cortés, Manolo de la Luz, Juan Antonio Expósito, Manolo Franco, etcétera. Pero es en el guitarrista castreño Pedro Granados donde encuentra una ayuda constante y una pauta que seguir en relación al sonido y comodidad, probando todas sus guitarras y aconsejándole en todo y de esta forma seguir avanzando en este mundo, "en el cual quien piense que ya lo tiene todo aprendido está acabado", dice Camargo. "Vas trabajando y vas perfeccionando, nadie te dice nada", cuenta Roldán.

Roldán y Camargo esperan no tener que llegar a viejos para ser reconocidos, sino que su buen trabajo y la sonoridad de sus guitarras sean la mejor tarjeta de presentación en ese mundo.