La presidenta del Gobierno andaluz, Susana Díaz, defendió ayer un modelo de financiación autonómica que sea «parte de la solución y no del problema» por el que atraviesa España, y llamó a huir del «cainismo» para crear un país en el que no se produzcan «agravios ni desequilibrios». Díaz, que participó ayer en el Foro Ideal de Granada, patrocinado por Bankia, con la conferencia Andalucía ante los retos de su futuro, se congratuló de que «por primera vez» haya un acuerdo de prácticamente todos los grupos políticos para apoyar un modelo de financiación que sea «bueno» para Andalucía. Advirtió de que, según la ley de financiación de comunidades autónomas, desde 2015 están ya fuera de plazo con la circunstancia añadida de que la evaluación que debía elaborar el comité de expertos, que establece que Andalucía es la tercera comunidad española «peor financiada», ya está hecha. Tras lamentar que los presupuestos del Estado salgan adelante cada año «a subasta, en función del apoyo aritmético parlamentario», admitió que el actual modelo, que es del Ejecutivo socialista de Zapatero, «no se está aplicando bien». No obstante, añadió que si en 2009 la diferencia entre Andalucía y la comunidad que más recibía por habitante era de 489 euros, en 2015 es de 818, por lo que actualmente hay 220.000 habitantes que no reciben financiación, según la presidenta. «Nos faltan 2.200 millones», subrayó Díaz.

La presidenta sostuvo que en el debate sobre la cohesión de España, Andalucía tendrá «voz propia», y advirtió de que no permitirán que quien cumple la ley tenga que «pagar el peaje» de dirigirse a «caminos a ninguna parte» que solo provocan división. Díaz expresó su preocupación ante determinados partidos que pretenden «situarnos en la preautonomía».