La presidenta de la Junta, Susana Díaz, acusó ayer al PP de pretender que el 98% de los andaluces «paguen de su bolsillo la bonificación de los ricos» en la comunidad con el impuesto de sucesiones, ya que dijo que si realmente quieren eliminarlo el único competente es el Gobierno central. Díaz respondió así a una pregunta sobre la gestión de fondos públicos en la sesión de control en el Parlamento en la que el líder del PP-A, Juanma Moreno, denunció la «dejación y renuncia» a sus responsabilidades de Díaz por pedir al Gobierno central que se quede con el impuesto y compense a Andalucía, algo que el popular calificó de un «rescate» que «traiciona» al espíritu del 28F.

Al final, el Parlamento de Andalucía aprobó ayer una proposición no de ley del PSOE en la que se pide a la Junta que inste al Gobierno central a elaborar la normativa legal correspondiente a fin de proceder a una «auténtica» armonización de los impuestos cedidos del Estado a las comunidades autónomas.

Este punto de la iniciativa fue respaldada por Ciudadanos, Podemos e Izquierda Unida, pero la mayoría de los grupos de la oposición mostraron su «perplejidad» ante la defensa del PSOE de una propuesta «distinta» a lo que el Gobierno andaluz ha acordado esta semana: que el Ejecutivo de la nación «se quede» con el impuesto de sucesiones.

Juanma Moreno aseguró que es «indigno» de una presidenta de la Junta que «renuncie» a su capacidad de autogobierno y a un instrumento «tan poderoso» como la autonomía fiscal porque se trata de un asunto «que le resulta incómodo» y no quiere «que contamine su proyecto personal» en el PSOE.

Díaz reclamó la armonización fiscal y aseguró que no permitirá «que los ricos pretendan que el conjunto de los andaluces paguen sus impuestos», a la vez que emplazó a Mariano Rajoy a hacer lo mismo que con el impuesto a los bancos y eliminarlo. Pidió a Moreno que sea «riguroso» porque lo que plantea es que se bonifique para beneficiar a los «ricos» y no que se elimine, y denunció que el PP haya «engañado y manipulado» y pretenda «enfrentar a los territorios».

Díaz afirmó que la Junta cuadra las cuentas «desde la justicia social» y mantuvo que no está dispuesta a que haya «un pago en especie» con Andalucía y que se pueda permitir el «dumping fiscal» en algunas comunidades. En ese sentido, recordó los 3.000 millones que Madrid no ingresó por ventajas fiscales, actuando «como un paraíso fiscal».

Reclamó a Moreno que levante la voz por asuntos que perjudican a Andalucía como la estiba y que demuestre «que es algo más que el mandaero de Rajoy en esta tierra». Díaz manifestó que pedir una armonización fiscal para que todos los ciudadanos paguen por igual «vivan donde vivan» y denunciar que la comunidad está «mal financiada» no es ir contra el espíritu del 28F sino serle «fiel». «Ustedes la autonomía fiscal la entienden como la autonomía para beneficiar a los más ricos, y ahí yo no voy a estar», agregó la presidenta.

Moreno denunció que la decisión de la Junta de «renunciar» a su autonomía fiscal es algo «inédito en la historia» porque Díaz «no es capaz de gestionarlo» y porque no quiere «desgastarse». «Nunca pensé que podría llegar a este nivel de dejación y de renuncia a sus propias responsabilidades», añadió Moreno, quien cree que la presidenta «lleva demasiado tiempo gobernando de carril y gestionando al ralentí».

«UN INVENTO DEL SOCIALISMO» / Cuestionó si Díaz cree en el Estatuto de Autonomía, que recoge los tributos cedidos, y le recordó que eso fue «un invento del socialismo» en la época de Felipe González, al igual que el sistema de financiación que critica lo aprobó José Luis Rodríguez Zapatero.Contrapuso el «buen ejercicio» de autonomía fiscal que cree que han hecho comunidades como Madrid y aludióal «clamor social» en Andalucía para que se bonifique el impuesto.

Moreno ironizó con el «disimulador» que se ha creado, en referencia al simulador para calcular el impuesto que ha creado la Junta, y opinó que Díaz está «superada por los problemas»