La secretaria general del PSOE y presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha apelado a la igualdad de los andaluces con el resto de los ciudadanos del país, y ha reivindicado la historia de su partido y la herencia recibida: "Estamos orgullosos de lo que hemos sido y de lo que somos", ha proclamado.

La secretaria general del PSOE-A y presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha defendido la bandera de la "igualdad" de todos los ciudadanos y la soberanía nacional y ha querido dejar claro que los socialistas nunca han sido "nacionalistas".

"Las personas por delante de los territorios, somos socialistas, nunca fuimos nacionalistas", ha recalcado Díaz, que ha marcado distancias con la resolución sobre el Estado "plurinacional", aunque sin mencionarla, que se aprobó en el 39 Congreso Federal.

Ante el debate territorial, ha defendido que Andalucía tiene que ser "leal" a los millones de ciudadanos que salieron a la calle hace 40 años para pedir la autonomía plena, y ha señalado: "Cuando Andalucía levanta la bandera de la igualdad lo hace pensando en España, en la soberanía nacional. Esa es nuestra ventaja y nuestra suerte".

En su intervención en el decimotercer Congreso del PSOE andaluz para hacer balance de gestión de la Ejecutiva saliente, Díaz ha señalado que si algo caracteriza a esta federación es que está "orgullosa" de lo que ha sido y de lo que es, y ha asegurado que aún quedan "muchas páginas por escribir".

Ha recurrido al libro "Una página difícil de arrancar", de Alfonso Guerra, que ha seguido su discurso desde la primera fila junto a los expresidentes de la Junta, para subrayar que en democracia y en el PSOE el destino político de las personas "no dependen del lugar que ocupen en el organigrama, depende del lugar que se ocupe en el corazón de los militantes y de los simpatizantes, en el corazón de los ciudadanos de izquierda".

Más de una decena de veces -a lo largo de sus 40 minutos de discurso- ha apelado a la igualdad y ha comparado la situación actual con el 28 de febrero de 1980, cuando Andalucía consiguió la autonomía plena en referéndum.

"Andalucía va a volver a liderar la igualdad, queremos ser iguales que los demás, es la misma lucha que el 28-F", ha alertado, y se ha referido al "castigo e injusto trato" que recibe esta comunidad en los Presupuestos del Estado, con un 36 % menos de inversión, y en la aplicación del modelo de financiación autonómica.

Ha recalcado que Andalucía no quiere "solidaridad", sino "justicia" e "igualdad" con el resto de los territorios, y ha dejado claro que ella, como presidenta, no va a "mendigar nada" sino a reclamar lo que le corresponde a Andalucía.

En su balance de gestión y, tras vaticinar que las próximas elecciones autonómicas serán la "antesala de la gran victoria" del PSOE en los comicios municipales en Andalucía, la dirigente socialista ha sostenido que se presenta ante los militantes "con los deberes hechos y la palabra dada".

"Cuatro años después el PSOE de Andalucía es un partido unido", ha resaltado tras recordar su promesa al respecto, y ha garantizado que su partido está en condiciones de volverle a ganar a la derecha, de la que ha dicho que "donde menos daño hace es en la oposición".

De Podemos, aunque sin mencionarlo, ha dicho que está instalado en la "pureza ideológica y el populismo" y ha agregado: "Dicen que quieren casarse con nosotros, aunque yo no he pedido matrimonio".

Sólo ha lanzado elogios a Ciudadanos, con quien el PSOE firmó un acuerdo de investidura, frente a lo que ha denominado "partidos sucursales".

Ha hecho hincapié en la importancia del diálogo social -al congreso asisten los líderes de la patronal y los sindicatos- y del entendimiento para seguir insistiendo en la necesidad de crear empleo de calidad e "ir de la mano" de los que quieren dar dignidad a los trabajadores.

"Hay recuperación económica pero no recuperación social, y ese es el objetivo", ha remachado.

Ha vuelto a criticar la decisión del Gobierno de la nación de recurrir el decreto ley de la jornada laboral de 35 horas para los empleados públicos, y ha indicado que "no es de recibo" y que no se entiende cuando todo parece indicar que esa medida se extenderá el próximo año al conjunto de España, a través de los presupuestos estatales.

"Se trata de un castigo por un castigo a Andalucía", se ha quejado, al tiempo que ha tildado de "desahogo" que mientras el Gobierno rechaza esa medida, el PP-A vaya a "las puertas de los hospitales a cuestionar los recursos sanitarios".