Unas 450 de las 510 personas que estaban desalojadas de sus viviendas por el incendio forestal que en la tarde del viernes se inició en la localidad onubense de La Granada de Riotinto han podido volver a sus casas, tras mostrar una buena evolución las llamas. Así lo anunció ayer la consejera de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía, Rosa Aguilar, que indicó que se ha decretado así «por la evolución favorable del incendio, que permite que una gran parte de las personas desalojadas vuelvan a sus casas», aunque unas 60 seguirán sin poder volver a las mismas.

De esta forma, sólo se mantendrán desalojados los vecinos de las pedanías de La Aulaga y El Peralejo, pertenecientes a la localidad sevillana de El Castillo de las Guardas, mientras que han podido volver a sus viviendas los de El Peramigo, Las Cortecillas, Minas del Castillo, Fuentepinar y Vistahermosa, así como los de la finca Juan Esteban y Las Almuñas en La Granada de Riotinto, y los de la zona de Puerto Alto Camino Jarama de Zufre, localidad a la que también afectan las llamas. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, señaló ayer en Twitter que «todo apunta» a que el incendio fue intencionado y confió en que «todo el peso de la ley caiga sobre el culpable».

Por su parte, el consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, dijo que, por el momento, el fuego no se va a dar por estabilizado, debido a las fuertes rachas de viento, que superan los 40 kilómetros por hora, de modo que la decisión de darlo por estabilizado se aguantará, al menos, hasta la próxima reunión de coordinación. «Tenemos que esperar a que las fumarolas no se aviven con el viento, y no haya posibilidad de que el incendio se incremente», dijo el consejero.

TRABAJOS DE EXTINCIÓN / Los trabajos de extinción se coordinan desde dos puestos de mando avanzado, en La Granada de Riotinto y El Castillo de las Guardas, con tecnología que conecta el lugar de la emergencia con las salas de coordinación del 112 gracias a la Plataforma de Gestión de Emergencias de Andalucía (GEA).

En tierra, trabajan en distintos grupos y equipos unas 350 personas, con el más numeroso en los bomberos forestales, 150, así como un centenar de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), apoyados por cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que realizan distintas labores en tierra de apoyo a los efectivos de lucha contra el fuego. El dispositivo desplazado a la zona trabaja contra la complicación de la orografía del terreno, el viento y el estrés hídrico que ha sufrido la zona, que hace que haya mucho pasto seco y fácil de quemar.

Por ello, durante el día se reforzó el trabajo desde el aire, y a los cuatro aviones y dos helicópteros derivados a la zona poco antes de las 9 de la mañana, se sumaron cuatro aviones, dos helicópteros y tres aviones anfibios.

En tierra trabajan 120 bomberos forestales, 10 autobombas, una nodriza, cuatro excavadoras, una unidad móvil de meteorología y transmisiones, una unidad de análisis y seguimiento de incendios forestales, una unidad médica, una unidad móvil del Ministerio de Medio Ambiente, tres técnicos de operaciones y dos directores de coordinación.