El Karakorum es una de las cordilleras más salvajes y aisladas del planeta, donde la meteorología y la dificultad es determinante. Es la zona donde se sitúa el mítico K2, el Broad Peak, el G2 y el G1, cuatro de los 14 principales ochomiles. Tiene el glaciar más importante de la tierra, el Baltoro. En esta zona, y algunos kilómetros más arriba de la última ciudad habitada (Askole), están los Latok, montañas de 7.000 metros que se alzan al cielo como castillos inexpugnables.

La cordada formada por Alvaro y Oscar estaba realizando una ascensión de alto nivel, que muchas otras cordadas habían intentado hacer sin conseguirlo y para la que estaban preparados. Hay que pensar que es un país en el que el tiempo no discurre a la misma velocidad que aquí, ya que tiene situaciones y momentos muy delicados que complican cualquier tipo de gestión. Desde el principio se sabía que el rescate era una operación casi imposible y con muy pocas posibilidades de éxito. Solo el coraje y el indudable compañerismo y solidaridad del montañismo español (y en especial el aragonés) hizo comprensible que con una mínima posibilidad se intentara lo imposible.Alvaro hizo lo más adecuado y lo único que podía darle alguna posibilidad a Oscar, que fue bajar y dejarle a él todas las provisiones. Y que nadie piense que su bajada fue fácil o exenta de riesgo. El montaje del rescate, las labores diplomáticas y la actuación de su club coordinando todo, fueron meritorias en todos sus actores.Varios factores hacen determinante conseguirlo o no. Primero: la climatología daba algo de margen para mantener la esperanza. Falló y se adelantó el mal tiempo. Segundo: el alto nivel de dificultad de la vía exige escaladores muy expertos y experimentados. Los que estaban en la zona estaban agotados y la falta de aclimatación de los rescatadores españoles, que hubiesen necesitado una semana más para subir en condiciones de eficacia y seguridad para ellos mismos y para poder hacer un rescate, les quitaba todas las posibilidades. Si todo hubiese estado a favor hubiesen necesitado dos o tres días más, en las previsiones más optimistas, para asegurar el rescate. Demasiado tiempo. Las posibilidades externas en las que todo el mundo piensa, como el helicóptero, no son posibles. Sencillamente, tiene demasiados problemas y peligros para poder acercarse a la pared y a esa altura.Toda la comunidad montañera se siente impotente y en estos momentos solo queda acompañar en el dolor a la familia.Ricardo Guerrero es el cordobés con más cimas en montañas con alturas superiores a los 8.000 metros. Entre otros, subió al Broad Peak, que está junto al Karakorum (Pakistán, 8.047 metros) en el año 2003.