Tras la intervención de la directora de El Cabril, los asistentes se distribuyeron en vehículos todoterreno y furgonetas para acceder a la mina Beta, origen del centro. En el viaje, el comentario más generalizado giraba entorno a la belleza de la Sierra Albarrana y a la inoportuna lluvia que impedía a aquellos que no la conocían disfrutar plenamente de sus paisajes fuera de los paraguas que ofreció Enresa para facilitar la labor de los medios de comunicación.

En el lugar, y una vez finalizado el trabajo de las cámaras, el subdirector de El Cabril, José Alejandro Ugarte, explicó que las instalaciones albergaron residuos entre los años 1954 y 1958 en galerías denominadas "socavones", llegando el número de bidones a los 750. En 1981 el Consejo de Seguridad Nuclear prohibió esta práctica y siete años más tarde Enresa los extrajo, llevándolos hasta el módulo número 3, de los que actualmente se están sacando algunos para depositarlos en contenedores. Esta operación duró aproximadamente siete meses y en ella trabajaron unas 11 personas. Una lluvia intermitente hizo necesaria la apertura de los paraguas durante la intervención.

Las terceras Jornadas de Comunicación al Aire Libre continuaron en el poblado, donde se sirvieron unos aperitivos y más tarde migas, que compartieron el personal de Enresa con su director, Alejandro Pina, al frente, trabajadores de medios de comunicación, representantes de la Universidad de Córdoba, de la mancomunidad del Guadiato y los alcaldes de Azuaga, Fuente Obejuna, La Granjuela y Peñarroya-Pueblonuevo.