La revisión del Plan Hidrológico del Guadalquivir, actualmente en fase de información pública, prevé un recorte del agua destinada al regadío de unos 18 hectómetros cúbicos anuales hasta 2021, y de otros 89 entre 2021 y 2027, aunque las reducciones acordadas para este año no se han cumplido.

Los documentos del plan actual, presentados ayer en una jornada de debate celebrada en Sevilla, fijaban un recorte del regadío de un 6% --210 hectómetros cúbicos-- en esta cuenca entre 2009 y este año, pero el consumo no sólo no se ha reducido sino que ha aumentado un 1,5%, unos 48 hectómetros cúbicos. La nueva dotación al regadío fijada para este año alcanza los 3.342 hectómetros cúbicos, el 86% de toda la demanda total de esta cuenca, y se deberá reducir hasta los 3.324 hectómetros en 2021 y hasta los 3.235 en el año 2027.

La revisión del Plan Hidrológico del Guadalquivir fija un aumento del 10% del abastecimiento a la población hasta 2027, cuando consumirá 415 hectómetros cúbicos, incrementa más del 60% el agua destinada a la generación eléctrica, hasta los 59 hectómetros cúbicos, y mantiene en 43 hectómetros cúbicos los recursos hídricos para usos industriales. La demanda total de la cuenca del Guadalquivir, que este año se cifra en 3.801 hectómetros cúbicos, se prevé que aumente levemente hasta los 3.824 hectómetros cúbicos en 2021 y que se rebaje hasta los 3.751 hectómetros en 2027.

El presidente de la CHG, Manuel Romero, destacó que una de las apuestas más importantes del plan es preservar los recursos hídricos de Doñana mediante la sustitución del agua para regadío que actualmente se obtiene del acuífero que nutre este espacio protegido por caudales superficiales procedentes del río Guadiamar. Otra medida para controlar el consumo del regadío es la mejora de los riegos de la zona arrocera del Bajo Guadalquivir, con la que se pretenden ahorrar 100 hectómetros cúbicos, una cuarta parte del consumo actual que se destinará a paliar el déficit de 500 hectó- metros cúbicos que sufre la cuenca del Guadalquivir.

La revisión del plan diseña un "estricto control" de los caudales para conocer mejor el consumo del regadío y las superficies regadas, así como medidas para recuperar todas las masas de agua subterráneas, actualmente en mal estado. Romero destacó también las inversiones por más de 66 millones de euros ejecutadas en municipios sevillanos.