La dirección de CCOO Andalucía defendió ayer la candidatura de la secretaria de relaciones institucionales y empleo, Nuria López Marín, para sustituir al secretario regional, Francisco Carbonero, que dejará el cargo en el congreso de junio tras 13 años al frente de la organización. En una rueda de prensa conjunta, Carbonero anunció que no se presentará a la reelección en el congreso, que celebrará CCOO-A entre el 31 de mayo y el 1 y 2 de junio en Sevilla, con la idea de renovar las órganos de dirección con personas de una generación más joven y con una mujer al frente.

Nuria López Marín, de 38 años, es abogada, ha trabajado de técnico de prevención de riesgos laborales en la construcción hasta que se incorporó a la dirección de CCOO-A, lo que le confiere una amplia experiencia en la negociación con la patronal y con el Gobierno. La candidatura de Nuria López supone una «inyección de ilusión en la organización» y será la primera mujer, si es elegida secretaria general, en estar al frente de una organización fuerte de CCOO. Las mujeres representan el 40% de los aproximadamente 150.000 afiliados de Comisiones en la comunidad andaluza.

UNIDAD DE ACCIÓN / La candidata a la secretaria general proclamó su voluntad de «liderar un proyecto, el del sindicalismo de clase, para estos nuevos tiempos» y, para ello, es partidaria de buscar «soluciones colectivas» y de una «ofensiva para recomponer el modelo social». Asimismo, apostó por mantener la unidad de acción con UGT y la independencia y autonomía del sindicato respecto a los partidos, hizo una encendida defensa del sindicalismo de clase frente al capital y a las políticas neoliberales de los gobiernos y garantizó que CCOO seguirá combatiendo en la calle el «atropello de los derechos laborales, sociales y civiles».

A modo de balance de los 13 años al frente de CCOO-A, Carbonero expresó su satisfacción «colectiva» por haber resistido el «envite contra el sindicalismo de clase» de forma «injusta», ya que Comisiones «no está en ningún proceso judicial ni tiene a ningún dirigente imputado». En este sentido, reafirmó la buena gestión que ha hecho Comisiones Obreras del dinero público que ha recibido con carácter finalista y ha vuelto a reclamar a la Junta una ley de participación institucional para «ganar en transparencia». Admitió una sensación «agridulce» por no haber sido capaz de resolver el miedo de miles de trabajadores al desempleo y a la pérdida de empleo.

Aunque no ha decidido a qué se dedicará cuando deje el cargo de secretario general, con 59 años, aseguró que no trabajará en otro sitio, en alusión a las puertas giratorias de los políticos.