La consejera de Hacienda, María Jesús Montero, y el líder de Ciudadanos, Juan Marín, se reunirán a principios de la próxima semana para tratar una posible reforma del impuesto de sucesiones y donaciones, medida que la formación naranja presenta como clave para negociar las cuentas de 2018 con el PSOE. Marín informó ayer de la reunión, que previsiblemente será el lunes o martes, y reafirmó la postura que su partido ya anunció antes del verano: no negociarán los próximos presupuestos si no hay reforma del impuesto.

«No hemos modificado ni un ápice nuestra posición», señaló Marín, quien explicó que, en caso de que no haya un acuerdo sobre la reforma del impuesto, Ciudadanos hablaría de las cuentas a través de enmiendas, pero no con un acuerdo total de presupuestos como ha ocurrido en 2016 y 2017. Advirtió de que «a estas alturas el tiempo está agotado» y dijo que si de esa reunión no sale un acuerdo o «la voluntad» de reformarlo darán «por cerrado» este capítulo «y el Gobierno que busque otras soluciones para negociar el presupuesto». En caso de que sí haya una propuesta concreta, C’s la estudiará para que a mitad de septiembre esté resuelta la reforma.

Marín señaló que es «mentira» que una reforma que supondría 180 millones ponga en riesgo los servicios básicos y criticó que el PSOE, Podemos e IU pudieran hacer «un frente de izquierdas» ante la reforma simplemente «por ideología». Defendió que hay «margen suficiente» para llevar a cabo la reforma, por lo que «no hay ninguna excusa» ante una decisión que considera «de justicia social».