Ya son 27, pero hace falta al menos una quincena más de voluntarios. El objetivo: abrir en Córdoba un Teléfono de la Esperanza. Así se puede resumir las ilusiones de un grupo de cordobeses que quieren unirse a un movimiento nacido hace 40 años e implantado de decenas de ciudades de Europa y América, un servicio altruista que continúa en expansión. De hecho, en Jaén se ha abierto recientemente una línea gracias a cuatro decenas de voluntarios.

Y es que mantener al teléfono a un experto como mínimo durante los 365 días del año y con al menos tres turnos al día no solo requiere ilusión y ánimo, también hace falta un número suficiente de personas, sin olvidarse de la formación previa. Porque esto no es levantar el teléfono y echar una charla. Ni mucho menos. De hecho, Tirso Miguel, uno de los voluntarios cordobeses, recuerda que el grupo (ya bien preparado con 5 psicólogos, 2 psicopedagogos, 9 profesores, 4 trabajadoras sociales, administrativos, etcétera) se ha sometido a dos cursos intensivos de 35 horas y 12 sesiones de profundización personal del voluntariado, dos talleres de 11 sesiones sobre valores vitales, 25 voluntarios están haciendo un seminario de La relación de ayuda y 8 van los fines de semana a Sevilla al Curso Superior de Especialización en Intervención de Crisis de la Universidad de Comillas. ¡Ahí va eso!

Y es que la tarea no es fácil. El voluntario debe saber intervenir en situaciones de crisis emocionales graves (separaciones, duelo, suicidio, violencia familiar, dependencias, etcétera), acogiendo al usuario, encauzando el caso hacia los servicios adecuados y haciendo un seguimiento en grupos con agentes de ayuda. Pero sobre todo, debe de hacer lo más difícil que hay en estos tiempos: escuchar.

El mismo Rafael María Salido, presidente de la asociación creada en Córdoba para abrir el Teléfono de la Esperanza, recordaba ayer lo tremendamente difícil que es escuchar y ser escuchado en estos tiempos. Incluso hay un estudio en el que consta que para el 60% de la población "escuchar" significa simplemente "oír", un 35% cree que equivale a "atender para enterarse del contenido o preparar una contestación" y solo para un 5% "escuchar" es "atender para comprender a una persona".

Ayer, para calentar motores y celebrar el Día de la Escucha (increiblemente, esta jornada existe), el grupo tuvo un encuentro con cincuenta mayores abuelos. La cita fue en la Casa Ciudadana y los voluntarios calificaron de un éxito la reunión, ya que estos mayores expusieron sus inquietudes, necesidades, temores e ilusiones desde su condición de abuelo, llegándose a abordar, incluso, el llamado síndrome del abuelo esclavo .

Pero la tarea sigue, y los que estén dispuestos a este voluntariado y a formarse previamente tienen como contacto el email cordobatelefonodelaesperanza. org. Condición indispensable: querer escuchar.