Educación ha aceptado garantizar la permanencia de los interinos en la bolsa de trabajo para cubrir puestos vacantes, aunque hayan suspendido el último examen de oposiciones. Será una permanencia "definitiva, no temporal", y además la consejería devolverá el peso a la experiencia en detrimento de la nota para acceder a una plaza. Es decir, Educación va a rectificar la política de selección de profesores que ha estado vigente los últimos dos años, y de la que el Gobierno andaluz ha hecho bandera en defensa de la calidad educativa. Aprobar las oposiciones ya no será condición sine qua non para ejercer como profesor.

Estos cambios se traducen en una modificación inminente del decreto 302, aprobado en el 2010, que regula el acceso a la función pública docente y el sistema de colocación de interinos en la bolsa de trabajo. Además, la reforma tendrá efectos retroactivos: la consejería devolverá a la bolsa de trabajo a los interinos que, en aplicación del citado decreto, fueron expulsados hace dos años por haber suspendido las oposiciones. En total, 485 interinos quedaron excluidos de la bolsa de sustituciones tras sacar menos de un 4,25 en el examen. Los sindicatos elevan la cifra de afectados a unos 2.000 en los últimos dos cursos.

Los años de bonanza económica, cuando la oferta de empleo en la enseñanza andaluza superaba las 8.000 plazas, redujeron muchísimo esa plantilla flotante de profesores sustitutos que se llaman interinos. La tasa de temporalidad en el profesorado andaluz había pasado del 20% al 5% en la última década. La crisis ha paralizado o menguado la oferta de empleo y, paradójicamente, esto ha conspirado para devolver los privilegios a este colectivo. Si en los próximos años no hay oposiciones de profesor, la Administración tendrá que volver a echar mano de los interinos. El decreto 302 era un sistema de selección más exigente que había mermado a las bolsas, y la consejería no quería arriesgarse a que se quedaran vacías, y tener que reabrirlas de forma extraordinaria.

Educación y el sindicato UGT, responsables del acuerdo que dio luz verde al decreto, cedieron ayer a las presiones del resto (CSIF, CCOO, ANPE y Ustea), abiertamente contrarios a la norma. La propuesta de modificación partió de UGT, y el resto de formaciones aceptó sentarse a renegociar un sistema nuevo para ordenar a los interinos en la bolsa. Blindar la permanencia del colectivo era la condición del resto de sindicatos para sentarse a negociar un baremo nuevo.

Ahora el decreto 302 prima la nota del examen y la formación del profesor (75%) sobre la experiencia (25%). El nuevo baremo se decidirá mañana, en una reunión técnica, y supondrá restar peso a la nota para dárselo al tiempo de servicio. Tanto UGT como la consejería no quieren que "la experiencia sea el único criterio" para entrar en la bolsa, como pide el resto de sindicatos.

El secretario general de UGT, Juan Carlos Hidalgo, asegura que el límite debe ser "evitar la imagen del interino que entra en la oposición, firma el examen y se va, porque pase lo que pase tiene garantizado su puesto en la bolsa". Para evitarlo, el peso de la nota tendría que seguir siendo determinante, solo así los interinos se expondrían a ser desplazados en la bolsa y perderían sus opciones de ocupar una vacante, en caso de suspender el examen.

En principio, los cambios del decreto 302 podrán tener vigencia tras las oposiciones de junio. Los casi 500 interinos afectados por la norma reingresarán en la bolsa según el orden que se establezca en el nuevo baremo. Del peso que finalmente tenga la experiencia en ese baremo va a depender que los interinos reingresados desplacen a otros que ya están dentro. En cualquier caso, el nuevo decreto no estará listo antes del 25-M.