Alrededor del 25 de noviembre se llevan a cabo diferentes actividades con el fin de sensibilizar contra la violencia a las mujeres. La Plataforma Cordobesa realiza una labor incansable con mujeres que prestan su tiempo y mucho más para ayudar a las víctimas, familiares y a la sociedad en general. Desde las instituciones hay acciones específicas para paliar esta lacra social. Los centros educativos y asociaciones también hacen su labor. ¿Se adelanta algo? Sí, por supuesto que sí; y si hay algún incrédulo echemos la vista atrás y podemos hacer una comparación de la situación. Pero el mensaje no es este, sino lo mucho que nos queda por hacer, sobre todo en la vida cotidiana, porque creo que ahí está el tema. ¿Qué hace una persona cualquiera en una situación normal ante estos hechos? Pongo unos ejemplos, porque es que seguimos viendo normal lo que no lo es. ¿Cómo se puede uno reír cuando sale a relucir en una reunión aquello de si le han pegado a saber cómo tendría al marido? ¿Por qué se sigue enjuiciando a una mujer en su entorno, después de haber pasado ya por los rayos x de los tribunales? ¿Se puede seguir afirmando que con la legislación vigente las mujeres siempre salen ganando? ¿Y aquella expresión de que no se sabe qué queremos ya las mujeres para estar contentas? O la de "ella ha sido la que lo ha provocado". ¿Por qué ese miedo que sigue en el entorno de la víctima por el qué dirán? Y ya la frase con la que cualquiera (hombre o mujer) intenta zanjar la cuestión de la violencia machista: "Es que también hay hombres maltratados y de ellos no se dice nada". Aquí dejo estas frases y preguntas, analicen con profundidad el tema, pero para ayudar un poco vean las estadísticas de los últimos años, o lean alguna sentencia. A lo mejor no vuelven a sonreír cuando se hable de maltrato a la mujer.

* Escritora