Periodista y escritora, desentierra la historia de amor entre Lina Codina y Serguéi Prokófiev en su última obra: Una pasión rusa, una novela que es la historia del siglo XX

--Arranca la novela con esta frase: "La vida puede resultar caprichosamente difícil cuando te han mimado demasiado en la infancia".

--Es la única frase de la novela que está escrita en puño y letra por Lina.

--Un día descubrió una placa que decía: "Aquí nació Lina Codina, esposa y musa del compositor ruso Serguéi Prokófiev". Y encontró la novela.

--Encontré la historia. Y no solo la historia de Lina Codina, sino la historia del siglo XX, porque ambas son historias de luces y sombras.

--Lina Codina conoció el lujo, la tortura en la prisión de Lubianka y el gulag en el Artico. ¿Logró sobrevivir a tantos percances de la vida?

--Logró sobrevivir al gulag y a los percances de la vida por amor. A ella no le gustaba hablar de su sufrimiento en el gulag durante ocho años, pero sí que dijo que ella sobreviviría a esa pesadilla por su amor hacia Prokófiev. O sea, que el amor le salvó la vida.

--Tomó ostras y vino blanco con Hemingway. Era amiga de García Lorca. ¿Nunca se aburría?

--Jamás. Ni siquiera en el gulag. Allí fue la única capaz de organizar conciertos o teatro, películas, de todo. Aburrimiento y Lina no iban en la misma frase.

--Coco le dio a oler las primeras muestras de Chanel Nº5. No es cualquier privilegio.

--No. Era el privilegio de la amistad, el privilegio del lujo y el privilegio de dos mujeres de armas tomar que en cuanto se vieron fue amor a primera vista. Se entendieron estupendamente.

--Los líderes de la revolución rusa permiten a Prokófiev salir del país, pero Lina es condenada a 20 años de trabajos forzados. ¿Así acaba el amor?

--Así suelen acabar la política y los políticos, pero el amor nunca muere y nunca lo matan. El amor es el corcho perfecto, sobrevive a todo y a todos.

--La carretera de Kolymá, la carretera de los huesos. Los muertos como material de asfalto.

--Dos millones de presos, dos millones de personas muertas, y los restos fueron utilizados para hacer el pavimento de esa carretera que son dos mil kilómetros. Y muchos rusos transitan por ella hoy en día y no tienen ni idea que están pisando a dos millones de muertos.

--Prokófiev y Stalin mueren en 1953, el mismo día. Coincidencias del destino.

--Lina se enteró estando en el gulag. Prokófiev murió 50 minutos antes que Stalin. Es decir, ni siquiera tuvo la alegría, entre comillas, de conocer la muerte de la persona que le arruinó la vida. Sí, totalmente el destino.

--Prokófiev abandona a Lina por una mujer joven.

--Ella le perdona siempre. A quien no perdona es a la otra, que no tenía culpa de nada. Lina estaba convencida que había sido Stalin quien la había puesto en sus vidas. Perdonó a Stalin. Perdonó a Prokófiev. Pero a Mira no la perdonó nunca.

--Dedica el libro a Pepe Sancho, "el protagonista de mi mejor historia".

--De la mía. Le dedico este y los cinco anteriores.

--¿Algún día escribirá esa historia?

--Creo que no. Hay pasiones que son para vivirlas y pasiones, como esta rusa, que son para escribirlas.