Como ahora se lleva mucho, quizá más de la cuenta, eso de que no es bueno dejar de soñar, de pensar en positivo, me atrevo, para estar dentro de la actualidad, a proponer que por nosotros no quede.

Porque yo, personalmente, soy un soñador, que no hay que hacer otra cosa que repasar mis cientos de peroles a lo largo de estos quince años pasados, para poder comprobar que lo que digo es cierto. Lo que pasa es que, a veces, te chocas con la realidad. Por ejemplo, hoy, pues ahí tienen a nuestro Antonio Vázquez, el cordobés presidente de Iberia, que tiene más que un sueño una pesadilla. A ver si se arregla el tema, un toro difícil de lidiar.

En cualquier caso, si a veces se cuela en el perol cierto sabor a ortigas, tampoco pasa nada, pues no es aconsejable andar por ahí dando saltos de alegría. Por ejemplo, a mí me gustaría soñar que mañana Bretón fuera juzgado, pero ya, por un jurado popular, y perdonen si me confronto con lo que se puede llamar la mismísima ley. O soñar que a los que se fueron de rositas, como se dice ahora, de lo de Marta del Castillo, que son dos o tres como poco, se les vuelva a llevar a un juicio duro y necesario. Por dar un par de toques sin demasiada imaginación, a lo que podríamos sumar la pesadilla de los desahucios, que me trae sin sueño.

Les cuento esto, les aderezo este largo prólogo porque quiero que sepan ustedes que estoy al tanto de lo que vale un peine, de lo que nos cerca, nos preocupa y nos angustia.

No obstante, quiero decirles que también estoy al tanto del libro de moda, que me lo he leído en una manaña, de Jorge Javier Vázquez. Y he de decirles que es valiente y directo. Como también les cuento que he visto el nuevo James Bond, con ese Bardem pintado de rubio, que ya tiene su estrella de la fama a la puerta del teatro chino de Hollywood, por donde uno paseó tantas veces, cuando viajaba.

Contarles que he comido mis buñuelos de batata, como corresponde a la actualidad del paladar, aunque los mejores son los de cabello de ángel, de Córdoba.

Esa es la realidad, pero en cuanto a los sueños, les diría que me gusta mucho saber que el nuevo rascacielos, que ya hay que soñar para levantar un rascacielos con lo que nos rodea, en la Gran Vía de Madrid, es obra de un La Hoz, apellido tan nuestro y a quien tuve el gusto de conocer y de entrevistar.

He de decirles también que sé del éxito que están teniendo juntos, en la escena, nuestro Rafael Alvarez El Brujo y Asunción Balaguer , la esposa de aquel Paco Rabal al que quisimos tanto.

Soñar no cuesta nada, siempre recordaré la frase aquella de Humphrey Bogart cuando le preguntan en El halcón maltés, ¿recuerdan?:

--¿Pero de qué materia está hecho este halcón por el que tanta gente muere?

--De la materia de la que están hechos los sueños.

Claro, que lo malo de soñar, es el despertar.