Permítanme una buena noticia en mitad del infierno de la crisis: nuestro sistema democrático está más fuerte que nunca. Es cierto que la corrupción ha hecho mella en los partidos tradicionales --el PP, el PSOE e IU-- lastrados por la endogamia y envenenados por la mediocridad. Pero la sociedad civil está siendo lo suficientemente potente para hacer emerger opciones políticas de profesionales que vienen a la política con renovadas ansias y, lo que es más importante, con nuevas formas: más transparentes, participativos y competentes. En la derecha, VOX, de la mano de Santiago Abascal, es una alternativa liberal en lo económico y conservadora en lo social al patético estado de confusión por el que se arrastra un Partido Popular que desde que se fue José María Aznar ha dado la espalda a las víctimas del terrorismo, ha implementado en lo económico una subida de impuestos que ha ahogado a los empresarios y ha traicionado a la base de su electorado no reformando la ley del aborto. En el centro, Ciudadanos ha recogido el testigo reformista de la UCD con un joven líder, Albert Rivera, que apuesta por una agenda socialdemócrata que es la mejor alternativa a un PSOE empeñado en convertir a la juez Alaya en Alí Baba y no dejarla entrar en la cueva en la que han convertido la Junta de Andalucía. En la izquierda, Podemos, creado por el omnipresente Pablo Iglesias, es un partido izquierdista sin complejos para hacer que el Estado sea el centro de la actividad económica, con unos dirigentes más preocupados en hablar con los trabajadores y desempleados que con los presidentes de las empresas que cotizan en el IBEX.

En las próximas elecciones andaluzas, tenemos la oportunidad de (permítanme el juego de denominaciones) darnos VOX los Ciudadanos para que Podamos entre todos --ya seamos de derecha, centro o izquierda-- regenerar desde dentro un sistema constitucional que nos permitió llegar a ser una de las veinticinco democracias plenas del mundo. Ahora tenemos la oportunidad los electores de demostrar que no somos siervos y sí ciudadanos.