Las aplicaciones de las losas traslúcidas con elementos de tecnología led en su interior son infinitas: señalítica, seguridad, ocio, ahorro...

Son tiempos en los que ya no se echa un capote a los pies de una dama para cruzar la calle. Ni falta que hace cuando lo más importante al cambiar de acera es la seguridad de esa dama, y del caballero, y del que tiene problemas de vista, y del ciclista, y del conductor...

El caso es que Córdoba contará en breve con el primer paso de cebra del mundo cuyas losas blancas (traslúcidas, con tecnología led y a prueba de desgaste) se iluminarán automáticamente al acercarse un peatón, todo ello merced a una tecnología experimental patentada por el cordobés José Carlos Ruiz Cuenca, que ya está siendo reconocida incluso internacionalmente.

El paso de peatones se ha instalado en el cruce entre Amador de los Ríos con Santa Teresa Jornet y gracias al mismo no habrá que repintar esta señal horizontal cuando pase el tiempo, ya que las losas son resistentes al desgaste, no se ven afectadas por los reflejos de la lluvia (una cuestión de seguridad muy importante) y, si algún país del Norte compra el producto, también la luz sería visible en estos pasos de peatones hasta debajo de la nieve si no es muy gruesa.

Y todo ello gracias al ingenio y al trabajo de investigación e innovación de José Carlos Ruiz Cuenca, un joven perito especializado en electrónica que trabaja desde hace muchos años en una firma de señalizaciones en Córdoba, y que en los dos últimos años ha desarrollado en la ciudad califal el nuevo material junto a un compañero químico desde Valencia.

El caso es que las losas y el sistema está ya patentado para el ámbito nacional y se tramita su patente universal, mientras que con un socio, Jerónimo, se ha puesto en marcha la empresa Interlight, que tendrá su sede en Córdoba y a la que empiezan a llegarles encargos y consultas desde otros puntos de Córdoba. "Este tipo de producto interesa mucho en países árabes y en los gigantes de Asia", explica Ruiz Cuenca. Por supuesto, la firma generará trabajo en la ciudad, otra cuestión que tampoco es moco de pavo tal como está la situación económica.

Sin embargo, lo más importante del invento es que va más allá de la señalítica en calzadas. Aunque por ahora las losas se fabrican de 50 x 50 centímetros, la firma se preparará para hacer todos los tipos de pedidos posibles porque las aplicaciones de este material, y más al seguir abaratándose los costes, son casi infinitas: seguridad, señalítica en el interior de grandes instalaciones, decoración, montajes acuáticos (el material es totalmente impermeable), edificios inteligentes, cocheras, el diseño de nuevas obras arquitectónicas públicas y privadas, ahorro de energía en inmuebles y en sus exteriores, instalaciones de ocio...

En fin, que a un cordobés en estos tiempos oscuros se le ha encendido una idea en la cabeza... una idea que puede llegar a terminar iluminando los pies de todo el mundo.