Los nativos digitales que estudian en el colegio Trinitarios de Córdoba son "alumnos multitarea", capaces de hacer muchas cosas a la vez y de aplicar los conocimientos teóricos a la vida diaria. Las bases de la educación están cambiando con el fin de potenciar las inteligencias múltiples y el aprendizaje cooperativo. Juan José de la Torre, coordinador de Innovación de este centro, ha coordinado el tercer encuentro formativo de profesores innovadores, que ayer tuvo lugar con presencia de más de 30 docentes de toda Andalucía y Extremadura. Desde hace seis años, el colegio de Los Padres de Gracia, situado junto al Rescatado, aplica desde Infantil a 4º de la ESO las bases de este innovador modelo educativo, lo que le ha convertido ya en el referente para Escuelas Católicas en Andalucía. De hecho, algunos de sus profesores llevan tiempo formando a docentes de colegios públicos y concertados.

"Partiendo de la base de que un niño tiene muchas potencialidades, trabajamos para que desarrolle su inteligencia múltiple, desde la lógico--matemática a la musical, espacial, naturalista, intepersonal, intrapersonal y física", explica de la Torre.

Para ello, los métodos de aprendizaje "convierten al alumno en protagonista de la enseñanza", destaca el director del colegio, José Luis Obispo, "para lo cual la clase magistral pasa a un segundo plano y, en su lugar, se potencia la participación del alumnado en su actividad académica".

En la práctica, el aprendizaje se basa en el desarrollo de destrezas de pensamiento y los llamados PBL (del inglés, Problem Basic Learning). "Los alumnos tienen que enfrentarse a retos o problemas reales y trabajar de forma cooperativa para plantear soluciones", explica de la Torre, que insiste en que "se trata de que los chicos no se limiten a memorizar conceptos sino a estructurar el pensamiento a partir de la comparación y el contraste con el fin de que aquello que aprenden lo sepan aplicar en su vida diaria". Entre los 0 y los 6 años, se practica además la estimulación temprana, aprovechando que en esas edades el cerebro del niño es más permeable a los conocimientos. "Lo que hacemos es proponer actividades diversas que llevan a crear nuevas redes neuronales", señala el coordinador de Innovación de los Trinitarios.

José Luis Obispo se muestra más que satisfecho con los resultados obtenidos en los últimos seis años, que están demostrando que esta nueva forma de trabajar, "que al principio puede suscitar reticencias en el profesorado por lo que supone de cambio, pero que a la larga les motiva más", mejora el rendimiento académico de los menores. "Les aporta más motivación y les enseña a aprender divirtiéndose, de una forma más dinámica y activa", señala el director.

Los padres y los alumnos del centro también están "muy contentos" con esta metodología innovadora que evalúa el proceso de aprendizaje completo, y no exámenes concretos. La evaluación de cada alumno se realiza a partir de la observación diaria, por parte de los profesores, de la actitud, de la participación, la colaboración, la evolución de las destrezas, las aportaciones que realizan al fin común y los conocimientos que van adquieriendo a lo largo del curso. "El objetivo no es otro que dar herramientas a los niños para que se desenvuelvan bien en la vida y que lo que aprendan no caiga en un cajón de sastre".