Mellaria fue abundancia, desarrollo, progreso, norma, civismo, conexión, unidad y desde ayer, una ciudad refundada por sus propios vecinos en un acto que dio comienzo en el Palacete Modernista, desde donde partió el desfile de la Legio I Vernácula de la ciudad sevillana de Gilena, a la que se sumaron los estudiantes de primaria de Fuente Obejuna, que en los días previos se habían confeccionado sus respectivos cascos y escudos.

A su llegada a la plaza Lope de Vega, les esperaban vecinos y autoridades como la alcaldesa mellariense, Silvia Mellado; el rector de la UCO, José Carlos Gómez; el diputado de Cooperación con los Municipios, Maximiano Izquierdo; la gerente del GDR Valle del Alto Guadiato, Francisca Vicente; el presidente y regidor de Peñarroya-Pueblonuevo, José Ignacio Expósito; su homólogo de Los Blázquez, Francisco Martín; la mayoría de alcaldes en anteriores corporaciones; el sacerdote Rafael Prados, concejales y alcaldes pedáneos. También estuvo presente Teresa y Miguel Pulgarín, propietarios de los terrenos donde se encuentran los restos arqueológicos de Mellaria; la vicerrectora de Investigación de la UCO, María Teresa Roldán; el catedrático de Arqueología, Carlos Márquez Moreno, y el profesor e investigador Antonio Monterroso Checa, quien explicó que Mellaria nace en el siglo II antes de Cristo y lo hace, «tras bajar sus habitantes de los Cerros de los Castillejos y de lugares diseminados». La ciudad fue cuna de personajes famosos como Cayo Sempronio Sperato, del que se encuentran estatuas ecuestres y una tumba monumental en torno al embalse de San Pedro. Al final del siglo I después de Cristo, logró su etapa más próspera, «una época simbolizada por su foro, templos y edificios para espectáculos hoy debajo del cereal», señaló el investigador. Tras el declive sufrido en los siglos III y IV, la ubicación de Mellaria cambia hasta la Sierra de los Santos, «concretamente al monasterio cristiano de Pinna Mellaria o la Peña de Mellaria», derribado en la época bajo medieval, que obliga a su población a trasladarse a la ubicación actual. Antonio Monterroso dijo que «esta nueva Mellaria Restituta, que hoy rescatamos, será lo que cada uno de nosotros seamos capaces de hacer por ella».

Tras sus palabras, Silvia Mellado manifestó que «esa Mellaria que se vio reflejada en otros tiempos sobre las limpias y cristalinas aguas del embalse de San Pedro, hoy vuelve a nacer, como ave fénix que renace de sus propias cenizas, para volver a tomar vida, e impregnarnos de su prestigio, sabiduría y pundonor». También mostró su deseo de que «sea este renacimiento, un nuevo símbolo de unidad: todos a una», que permita que los pueblos que comprenden el Valle del Guadiato, sigan unidos hacia un futuro esperanzador, sin olvidar nuestras señas de identidad, nuestros verdaderos valores, nuestras raíces que nos unen a esta tierra, al amor por lo nuestro y nuestro pasado». Después dio comienzo la teatralización de la refundación simbólica de Mellaria, en la que cada uno de los representantes de las respectivas instituciones depositó un símbolo de la misma en una vasija «como parte implicada en el acto». Esta vasija que «permanecerá enterrada para siempre» y en la que Teresa y Miguel Pulgarín -a los que tanto la alcaldesa, como Antonio Monterroso agradecieron su colaboración-- depositaron tierra de Masatrigo. El descubrimiento que realizó Silvia Mellado de la inscripción que desde ayer permanece en la plaza, recordará este día para siempre.