Cientos de visitantes, buena parte de ellos procedentes de Córdoba, acudieron al quinto Día de la Matanza de Alcaracejos, en el que pudieron degustar 20 kilos de cocido que prepararon los veteranos del Club Deportivo Mojino, que solo pedían a cambio un donativo para los damnificados de Haití. Esta fiesta tuvo ayer un marcado carácter solidario, ya que además se montó un castillo hinchable y la presidenta del grupo local de misiones rifó varios productos donados por los vecinos para recaudar dinero que harán llegar a Haití a través de Cáritas.

Pasadas las once y media de la mañana llegó el cochino, que había sido previamente sacrificado. Junto al Museo de la Matanza, que estuvo muy concurrido, una docena de hombres lo colgaron, lo pelaron con aulagas y lo despiezaron. Luego llegó el turno de las mujeres. Estrella limpiaba las tripas con agua, vinagre y sal para embutir el chorizo, el salchichón y la morcilla de sangre; y Obdulia amasaba la calabaza, la cebolla, el arroz y la patata en una artesa de encina de más de un siglo de antigüedad para preparar la morcilla "que aliñamos con cilantro, perejil, cominos, pimientos y clavo antes de embutirla". Una morcilla riquísima como el pan que en un horno de piedra preparaba Jesús. En todos los estands repartían migas con chorizo, panceta, vino de pitarra y aceitunas. El alcalde, Luciano Cabrera, destacó la participación de casi cien vecinos y colectivos locales como La Borriquita, la Peña Madridista, la Peña Cordobesista Mojina, el AMPA del colegio y la Asociación de Mujeres, que vendía hojuelas y borrachuelos. La música la puso Alcaria y el baile el grupo San Rafael de Córdoba y la Escuela Municipal de Danza.