La Cueva del Angel, de Lucena, es uno de los grandes santuarios del Paleolítico, según se viene acreditando por parte de los expertos, entre ellos la paleontóloga francesa Anne-Marie Moigner, que visitó ayer este lugar acompada por el presidente de la Fundación, el arqueólogo Cecilio Barroso. Ahora, un sondeo geoeléctrico ha detectado en ella una sima con un volumen mucho mayor que la actual, lo cual aumenta las posibilidades de seguir encontrando nuevos restos de su remoto pasado.

Barroso recordó que la sima es la única del mundo a la que el visitante tiene la oportunidad de acceder caminando, por lo que si se logra tener acceso a la nueva sima, se demostrará aún más la importancia de este enclave del Pleistoceno superior. Además, con la nueva sima, se aumentan aún más las previsiones de encontrar restos de homínidos. Anne-Marie Moigner, que actualmente trabaja en el Museo Nacional de Historia Natural de París, ha realizado excavaciones en los yacimientos más importantes de todo el mundo y mostró su admiración al entrar en la sima, que cataloga como una de las más importantes a nivel europeo.

Cecilio Barroso señalaba que, con las impresiones de expertos en la materia, se espera concienciar a las administraciones a la hora de conceder el tan necesario permiso para continuar con las excavaciones. Este año, la Junta de Andalucía aún no ha concedido tal autorización, por lo que los trabajos no podrán reiniciarse hasta el próximo verano, a pesar de contar por parte de la Fundación con la financiación necesaria.

Desde hace tres lustros se conoce el potencial de este yacimiento, del que se sabe que los homínidos han vivido allí a lo largo de 200.000 años, por lo que se cuenta con la hipótesis prácticamente certera de que gran parte de los restos de estos homínidos hayan sido arrojados por la cueva. En este sentido, Barroso, volvió a insistir en que si estos restos aparecieran, Lucena tendría uno de los yacimientos más importantes de España. Ahora, los arqueólogos esperan que, fruto de las nuevas investigaciones a desarrollar en este lugar, situado en las faldas de la sierra de Aras, la aparición de un resto humano pueda equiparar este santuario andaluz del Paleolítico con yacimientos de gran renombre a nivel mundial, entre ellos Atapuerca.

La Cueva del Angel es un verdadero libro abierto sobre la historia más remota del hombre en Andalucía y los trabajos en ella prácticamente no han cesado desde el año 1995. Desde entonces se ha confirmado la existencia en ella de un gran depósito arqueológico con una gran amplitud cronológica que se situaría entre los 100.000 años y más de 480.000 años, de acuerdo a los trabajos realizados por el Instituto de Paleontología de París. Las investigaciones en el yacimiento están avaladas por un equipo multidisciplinar de carácter internacional.